En 1958 y debido a un infarto cardiaco falleció Rodolfo Knittel Reinsch. Tenía 82 años de edad. Fue sepultado en el Cementerio Alemán, en la tumba ubicada en la fila 42, N° 3. Según consta en el registro del recinto ubicado a un costado del puente Calle Calle, era soltero y percibía ingresos como pequeño empresario. Estas son las pistas del paradero del célebre fotógrafo, cuya obra es considerada fundamental en la historia de Valdivia.
Desde su entierro y como fue registrado en los archivos del cementerio, Bomberos de Valdivia se encargó de pagar los gastos de su permanencia en la tumba. La cuota por el terreno, de cerca de $500.000 al año, fue cubierta hasta inicios de la década de 1990. Posteriormente y al no percibirse los ingresos, el terreno pasó a otro dueño, lo que por protocolo del cementerio obligó a trasladar los restos de Knittel a una fosa y a borrar los datos de identificación de la que fuera su tumba. El cambio de ubicación fue el 2010 y de momento no hay una placa recordatoria que permita identificar su actual paradero.
En Bomberos de Valdivia no existe información relacionada con los pagos, por lo que se cree que fue acción de un particular. Tampoco hay datos de algún vínculo concreto entre la institución y el profesional, el que tuvo a los bomberos de la ciudad entre sus temas recurrentes para fotografiar.
El legado
Rodolfo Knittel es el fotógrafo más interesante del Siglo XX en Valdivia. Así lo cree la investigadora Mariana Matthews que junto a Margarita Alvarado, publicó el 2006 con la editorial Pehuén "Rodolfo Knittel. Fotógrafo y viajero al sur de Chile" "No se encargó solo del paisaje, generó un testimonio histórico de como fue la ciudad. Era una artista con un ojo único para componer las imágenes. En todo sentido, es un gran fotógrafo y es una pena que la gente se olvide de él", dice.
Ricardo Mendoza, director del Museo de Sitio Castillo de Niebla y responsable de la editorial Kultrún, colaboró en el libro. Le correspondió analizar la vida y obra de Knittel y refuerza la idea de su importancia. "Generó un montó de imágenes de la ciudad y la región. Son fotografías de un extraordinario nivel estético, además se le debe el primer levantamiento fotográfico tras el gran incendio de 1909, lo que sirvió para entender cómo era la ciudad antes de la tragedia". El propio Knittel se encargó de publicar esas imágenes en "Valdivia antes del gran incendio 1858-1909". Actualmente, cerca de 500 fotografias tomadas por Rodolfo Knittel son parte de la colección que administra la Dirección Museológica de la Universidad Austral de Chile.
Protección
Junto con conservar su trabajo, los investigadores estiman que sería conveniente que el fotógrafo vuelva a tener un lugar de relevancia en el cementerio. Parte de ello se podría conseguir en el mediano plazo ya que por estos días se trabaja en la elaboración del archivo para la postulación a Monumento Nacional del Cementerio Alemán. De conseguirse dicha protección por parte del Consejo de Monumentos Nacionales, sería posible, por ejemplo, la colocación de una placa.
Lorena Liewald (directora de la carrera de Historia y Geografía de la Universidad San Sebastián), encabeza el proceso. La inquietud surgió del directorio de la Fundación Guillermo Frick, responsable del cementerio. "Una de las preocupaciones es evitar futuras modificaciones al recinto debido a obras viales. Eso no implica obligar cambios al funcionamiento del cementerio, pero permitiría tener una política de protección un poco más clara sobre lo que ocurre con casos como el de Knittel, al proponerse, por ejemplo, la habilitación de una placa recordatoria".
"Era una artista con un ojo único para componer las imágenes. En todo sentido, es un gran fotógrafo y es una pena que la gente se olvide de él".
Mariana Matthews, Investigadora y fotógrafa