Entre la natación, el piano y sus estudios de Segundo Año Medio en el colegio Windsor School se desarrolla la vida de Catalina Sofía Ruiz-Tagle Rojas, quien a sus 15 años de edad es una de las promesas del nado valdiviano, actividad en la cual defiende los colores del club Acuático.
Con el apoyo de sus padres, Mauricio y Yasna, y la compañía de su hermano Tomás (7 años), la joven apuesta a un futuro deportivo que la lleve a representar a Chile en competiciones internacionales: un torneo sudamericano, un mundial o quizás los Juegos Olímpicos, al estilo de dos figuras a las cuales admira: la nacional Kristel Kobrich y la australiana Cate Campbell, record mundial en los 100 metros libres, en piscina corta (25 metros).
Paralelamente, Catalina Ruiz-Tagle cursa el sexto año de piano en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral.
De vuelta en la piscina, sus comienzos en la natación -recuerda- se remiten a los seis años de edad, en el taller deportivo del colegio y luego de probar suerte en el atletismo y la gimnasia rítmica. Desde hace cuatro años, ese entusiasmo por las aguas dejó de ser meramente recreativo y pasó a la parte competitiva. "Hoy, la natación es el único deporte que me gusta", asegura. Una especialidad en la cual sus mentores han sido los técnicos Cristian Burdiles y Fernando Miralles.
En el agua
¿Cuáles son tus próximos objetivos?
-Como club, tenemos el Nacional Open de piscina corta en Santiago, del 13 al 15 de mayo; después estará el Nacional de Invierno clasificatorio a la Copa Pacífico y la Copa Austral, que son campeonatos internacionales. Además, haber ganado en la Copa Soprole en Temuco me clasificó al Nacional Escolar, que se hará a fines de año.
¿Qué te entrega la natación como especialidad deportiva?
-Me ha ayudado a darme cuenta de que tengo que esforzarme mucho para alcanzar las metas y que no se trata siempre de ganar. Hay que caerse muchas veces, para poder llegar a las objetivos. Hay veces en que me he desmotivado, pero he entendido que debo volver a levantarme y tengo que ser perseverante. Cuando uno cae, tiene que volver a levantarse.
¿Cómo es el ambiente en la natación?
-Es entretenido estar con los compañeros de equipo, con alguien al lado que te acompañe y motive. Por ejemplo, mi compañera Paulina Gómez, con quien entrenamos juntas para ayudarnos.
¿Cómo es una semana normal de entrenamientos y la coordinación con tus estudios?
-Los lunes, miércoles y viernes, de seis a siete de la mañana en la piscina Vita; y en las tardes, de lunes a sábado después de las seis de la tarde. En los estudios, comienzo a prepararme con tiempo cuando tengo una prueba, pongo atención en clases y organizo mi tiempo. Cuesta, pero hay que hacerlo.
¿Qué beneficios te entrega el deporte?
-Ayuda a estar más relajada, porque es una instancia para liberarse de todo. También me ayuda a conocer más gente. En los campeonatos somos rivales, pero después de vernos en diferentes competencias, terminamos conociéndonos.
Dedicar mucho tiempo a actividades extras, ¿implica también cambiar algunas conductas que pueden ser propias de tu edad?
-Salgo muy poco, porque cuando no entreno generalmente estoy muy cansada. Entonces, no tengo ganas de salir. Es un sacrificio que se hace al practicar deporte de manera competitiva, porque no queda tiempo para salir, pero me entretengo viendo películas, con lectura o yendo al cine. Incluso en las vacaciones de verano, no paramos de entrenar.
¿Y cómo es el apoyo del colegio en tu calidad de deportista?
-Bueno. Cuando represento al colegio en competencias escolares me destacan e igual cuando nado por el club. Y en los estudios, si hay pruebas, me dan tiempo para estudiar y rendirlas.