Proviene de una familia que desde su progenitor y pasando por sus hermanos cultivan las artes marciales como parte de sus vidas. Ignacio Andrés Pacheco Carroza, de 15 años, estudiante de segundo medio del Colegio Aliwén, destaca en la práctica del jiujitsu brasileño y el pasado fin de semana asistió a su primer nacional de la especialidad, peleó lesionado y aún así salió vicecampeón.
El joven destaca por su empeño en este deporte marcial, donde su entrenador es su hermano mayor Edison y también destaca por su talento artístico, de hecho reconoce que le gusta el grafitti como una expresión del arte urbano juvenil, y es un cultor del skate.
Ignacio Pacheco dijo ser un joven inquieto que desde los 10 años ha incursionado por deportes como la capoeira y el taekwondo, pero que finalmente se quedó con el jiujitsu brasileño.
¿Cómo empezaste en el deporte?
Desde muy chico, buscando el deporte que me acomode más, teniendo en cuenta muchos factores como defensa personal y un poco de movimiento y teniendo en cuenta lo inquieto que soy. Como a los 11 años empecé con el MMA (artes marciales mixtas) y me fui desarrollando e incorporando lo que me gusta del arte marcial y por otra parte la lucha, pero fue en esto último que me interesó. Fue mi hermano el que me sugirió cambiarme al jiujitsu.
¿Por qué el jiujitsu?
El jiujitsu que practico es el brasileño y que tiene una lucha más moderna. Me llama la atención la fluidez del movimiento que uno emplea en este deporte. Una regla básica del jiujitsu es que es muy importante perfeccionar la técnica. Yo empecé a los 12 y luchaba con chicos de 30 y llega al punto
¿Qué te pareció el segundo lugar que lograste en el último nacional?
Fue emocionante porque era mi primer nacional. Acá en el sur nunca encontraba a chicos de mi edad en mi categoría y con el mismo nivel que yo. Fue interesante luchar con cada uno de ellos. Se notó los estilos. Peleé seis combates y casi fueron seguidos, casi no tuve descanso. Fue complicada mi preparación porque me enfermé, tuve muchas lesiones, incluso fui lesionado del tobillo y me impidió entrenar lo físico, me cansé, pero pude aguantar toda la lucha.
¿Quedaste con hambre de ser campeón de Chile?
Por supuesto, siento que pude haber dado mucho más. Yo pensaba que el jiujitsu no era tan grande, pero vi graderías enteras llenas, cuatro tatamis de lucha, fue algo gigantesco y da más emoción. Ahora con más experiencia puedo ir con todo. Tengo que corregir algunos detalles.
¿De qué manera el jiujitsu te ha ayudado a sobrellevar tu vida de estudiante y joven?
Encuentro que el jiujitsu es un reto constante, sobre todo a mi me ha ayudado muchísimo porque el gimnasio donde entreno he pasado de todo: he llorado, me he enojado, me he puesto demasiado feliz. Para mí todas esas emociones se han convertido en algo demasiado grande para mi vida y las valoro mucho porque aprende todos los días. Más que aprender a defenderme, que es algo de lo que me siento demasiado capaz, es controlarme sicológicamente sobre todo en mi etapa que es complicada. Lo agradezco en especial a mi hermano la posibilidad que me da de entrenar.
Un arte marcial que se abre paso
Pacheco pertenece al club Crossfighting Valdivia, ubicado en calle Pedro de Valdivia segundo piso, un polo donde confluyen disciplinas de contacto como el MMA, el kickboxing, la capoeira y el jiujitsu. El joven expresó su alegría al darse cuenta que su disciplina marcial se vive con pasión en los nacionales y manifestó: "este es un deporte que ahora mismo en todo el mundo está agarrando mucho vuelo y eso me alegra porque cada vez en los campeona-tos se ve más gente y eso se nota en los chicos de mi edad".
"Entreno 4 veces a la semana, pero si tengo competencia entreno todos los días y varía en técnicas o entreno lo físico". "Me gusta andar en skate y me gustan las artes y el grafitti y otras cosas más".
Ignacio Pacheco, Luchador de jiujitsu