A cumplir una pena de 10 años y un día de presidio fue condenado un hombre de 56 años, a quien la Fiscalía de Valdivia llevó a juicio oral, acusándolo como autor de abuso sexual reiterado, contra dos menores de edad.

Durante el juicio, la fiscal especializada en investigar delitos sexuales María Consuelo Oliva, presentó las pruebas suficientes para acreditar ante el Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, que el acusado fue responsable de estos delitos.

Sobre el caso, dijo que "respecto de una de las víctimas, que tenía cuatro años al momento de la ocurrencia de los hechos -entre diciembre de 2013 y mayo de 2014- se acreditó un delito de abuso sexual en carácter de reiterado". " Ella -agregó- es hija de la conviviente del acusado y la segunda víctima era la nieta de la ex pareja del acusado, que tenía entre 10 y 11 años de edad, cuando ocurrieron los hechos durante los años 2012 y 2013", explicó.

La fiscal Oliva, manifestó que debido a su rol constitucional de dar protección a quienes han sido víctimas o testigos de un delito de esta naturaleza, la Fiscalía no puede revelar el nombre del acusado, para evitar que con su identidad, se pudiera también identificar a las víctimas.

La sentencia sobre el imputado, fue dictada por la primera sala del tribunal, presidida por la jueza Alicia Faúndez e integrada por los jueces Germán Olmedo y Cecilia Samur.

Juan Vargas Oñate

Desesperados por el recrudecimiento de la delincuencia en los últimos 6 meses, los comerciantes y vecinos de avenida Picarte de Valdivia, entre las calles Carlos Hilcker y Mackenna, se organizaron a través de sus Whatsapp, para protegerse de los ladrones que atacan sus viviendas, locales comerciales y también los vehículos.

Ayer, a través de José Delgado propietario de la ferretería Ferpromaq, decidieron a hacer pública su situación que -aseguran- ha convertido su barrio en un sector "muy peligroso".

Cámaras y videos

Los afectados tienen incluso videos de sus cámaras de seguridad y vigilancia, donde es posible observar cómo impunemente y a plena luz del día, los delincuentes acechan el barrio.

Delgado dijo que a lo menos en tres oportun idades han intentado entrar a su ferretería, y que "tuve que proteger mi reja, con otra reja, asi que de verdad estoy autoencarcelado", señaló.

A su testimonio, se suman otros, como la de los dueños de Decoplas y la Casa del Resorte OGAS, así como la propietaria de una florería.

Son los que se atreven a denunciar, pero que "por temor" piden reserva de sus identidades. Afirman que han hecho denun cias en ambas policías, especialmente en la PDI, cuyo cuartel de Picarte con Mackenna, está dentro del área en problemas.

VEHíCULOS Y CEMENTERIO

"Cada vez que hay un funeral en el cementerio municipal (No.1), los vehículos que quedan estacionados son el blanco de delincuentes que aprovechan el momento, rompen sus vidrios y sustraen especies desde su interior", afirman los sorprendidos y asustados vecinos.

Otros sostienen con responsabilidad que "los ladrones cuando in gresan a las viviendas o locales comerciales, se pasean como Pedro por su casa". También afirman que ni los automóviles estacionados frente al Servicio Médico Legal y el Consultorio Jorge Sabat, se escapan a la acción delictual.

Lo más preocupante, agregan, es que "también hay una escuela y causa miedo el que los niños al salir puedan ser atacados para arrebatarles sus cosas".

En la tarde de ayer, los afectados se reunieron con representantes de ambas policías, con la esperanza de que se tomen las medidas y puedan sentirse protegidos en ese sector comercial y residencial.