Lucha contra la discriminación
Los habitantes de Norte Grande 1 y 2 reconocen sus problemas, pero también resaltan sus deseos de superación. En determinados lugares deben encarar la convivencia con lacras sociales.
La presencia de actitudes y expresiones discriminatorias, se reitera de manera lamentable en muchas actividades y en demasiados ámbitos como para decir que se trata de una práctica en vías de extinción. La historia de todas las sociedades registra en algún momento episodios que han tenido que ver con este problema, lo que en definitiva termina por establecer estigmas para quienes los han padecido.
La situación reflota en el caso de la ciudad de Valdivia en algunos sectores donde sus habitantes salen a explicar que están dispuestos a demostrar que entre sus límites los problemas son similares a los que se registran en otros puntos, y que hay gente que da la batalla por dejar atrás las razones que en algún instante dieron el amén para el asomo de los prejuicios.
Es el caso de las poblaciones Norte Grande 1 y 2, ubicadas en Las Ánimas, como producto de procesos de radicación que se iniciaron en 2003, con el traslado de los pobladores que vivían en cuatro campamentos distribuidos en diversos sectores de la ciudad.
Las personas que han tomado los roles más relevantes en la conducción de los organismos vecinales reconocen que hay diferencias entre las dos poblaciones y que ha habido episodios conflictivos entre jóvenes de ambos bandos que llegaron a enfrentamientos violentos. También hay conciencia de que en determinados lugares deben encarar la convivencia con lacras sociales, como el tráfico de drogas y la delincuencia.
Lo importante, sin embargo, es que son los mismos habitantes del barrio los que se muestran dispuestos a hacer lo que esté dentro de sus posibilidades y atribuciones para ir disminuyendo el impacto de estos males en la vida comunitaria.
Resulta alentador observar esta postura, pero también queda claro que hace falta la colaboración de toda la ciudadanía para que la vida comience a ser mejor en el lugar. Para eso, nada mejor que cambiar de actitud y dejar de lado la visión prejuiciada y discriminatoria que les afecta.