Opiniones divididas ante normas que aumentarían la vigilancia en tiendas y malls
MEDIDA. Para el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Valdivia, la solución pasa por fortalecer el trabajo con las autoridades y las policías.
Ante el anuncio hecho a principios de junio por el entonces ministro del Interior (s), Mahmud Aleuy, de que el Gobierno obligará a los centros comerciales a adoptar medidas de seguridad -a través de un dictamen de la Contraloría General de la República-, las reacciones en la región de Los Ríos tuvieron diversos matices.
Para el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Valdivia, Rodrigo Echevarría, "no se debe hacer medidas individuales, porque no solucionan el problema. Éste es un tema que debe abordarse en equipo: deben trabajar en conjunto el comercio con las autoridades y las policías".
Respecto a algunas voces que pedían facultar a los guardias de seguridad a portar armas de fuego, manifestó que "por la vía de seguir armándonos y seguir teniendo guardias no vamos a mejorar nada. Esto sólo incrementaría los niveles de violencia y lo más probable es que terminemos con graves accidentes dentro de los centros comerciales".
"Nosotros estamos revisando los alcances de la medida con la Cámara Nacional de Comercio, para ver las experiencias que ha habido en otras partes y qué alternativas se puede proponer".
Riesgo
En opinión del asesor y experto en seguridad privada Javier Curilemo, "se entiende que se trata de adoptar medidas de seguridad relacionadas con el riesgo propio de contar con locales comerciales, y no con el monto que maneje el propio recinto en sí mismo. Esto significa implementar tecnología que permita disuadir la comisión del delito, pero no convertir al guardia de seguridad en un vigilante privado". Afirmó que en Valdivia "no tenemos cultura de seguridad. Por ejemplo, aquí roban entrando por los techos y nadie se preocupa de los techos. No existe cultura de cuidar los bienes propios".
Curilemo subrayó que "para prevenir el riesgo, debe asumirse primero qué va a pasar, porque las amenazas siempre están ahí. Te están mirando todo el día, el delincuente se levanta a estudiar y a delinquir, por lo que hay que estar preparado".
En cuanto a la posibilidad de permitir a los guardias de seguridad que usen armas de fuego, fue tajante: "Los vigilantes privados están obligados por ley a usar armas, por la naturaleza de sus labores (ver recuadro), pero los guardias de seguridad sólo pueden emplear bastones y esposas. Entregar un arma a una persona que no está capacitada para ello sería un enorme riesgo, no sólo para él, sino también para el público. ¿Y aquí en Valdivia? ¡Por ningún motivo!".
Distinción entre vigilantes y guardias
A diferencia de los vigilantes privados, cuyo ejercicio está regulado por el decreto supremo 1773, de octubre de 1994, y que están autorizados a portar armas de fuego; los guardias de seguridad son trabajadores a los cuales está prohibido el uso de dicha clase de armas, según establece el decreto supremo 93. "Teóricamente, cumpliendo los requisitos de esta norma, hasta en una casa podría tenerse guardias de seguridad, pero no así vigilantes, cuya función está reservada, por ejemplo, para proteger recintos como bancos", precisó Javier Curilemo.