La reciente versión del Torrencial Trail realizado en Pilolcura reunió a cientos de deportistas de diversas edades. Uno de ellos fue Boris Matamala Elorz, quien a sus 70 años decidió ponerse a prueba y se sumó al desafío de los 22K. El valdiviano tiene una amplia experiencia deportiva, fue basquetbolista del Liceo Comercial y tras cumplir 50 años de edad decidió iniciarse como corredor, algo que practica al menos tres veces por semana.
Boris Matamala nació el 28 de septiembre de 1945 y es uno de los ocho hijos de Carlos Matamala. "A mis padres siempre les gustó la música y el arte. Por eso no creo que sea raro que prácticamente todos mis hermanos sean actores o estén ligados al arte de cierta forma", dice.
Estudió en el Instituto Salesianos y en los liceos de Hombres y Comercial, con el cual dice sentir mayor identificación. "Incluso jugué basquetbol por la selección junto con mis hermanos", recuerda.
-¿Por qué dejó el basquetbol?
-Más que nada porque me puse a trabajar, entonces no podía entrenar con la normalidad que se requería.
- ¿En qué trabajó cuando egresó?
-Comencé atendiendo el mesón de la empresa Williamson Balfour de Valdivia y de a poco me fui cambiando, hasta llegar a Codine, donde estuve 22 años. Ahí comenzó mi periplo. Primero me fui a Temuco, después pasé por Concepción, luego a Santiago, donde estuve cerca de 14 años, y donde llegué a ser jefe nacional de ventas de la empresa Carozzi.
Ya trabajando, hice un postgrado en la Universidad de Chile y después, a los 62 años, hice un diplomado en la Universidad Adolfo Ibáñez en Administración de Ventas. Finalmente, me fui a vivir a España por siete años.
-¿Por qué se fue a vivir a España?
-Porque jubilé a los 62 años y un amigo que tenía una fábrica de casas de madera en Valencia me invitó a que me hiciera cargo de un área que era Cataluña y todo el norte de España, incluyendo el País Vasco.
Acepté el desafío, porque no tuve miedo, más la confianza de que Dios me iba a ayudar y el apoyo de mi familia, me llevó a llegar a Europa.
Con mi mujer nos fuimos a vivir a un balneario al lado de Tarragona, cerca de Barcelona, donde era otra vida, en la cual teníamos la playa al lado, con otra forma de trabajar. El último año que vivimos allá, estuvimos en Valencia, pero vino la crisis y decidimos volver a Chile.
-¿Cómo fue la experiencia?
-Muy bonita, porque pudimos conocer muchos lugares preciosos y llenos de historia. Además, no nos demorábamos nada en llegar a cualquier lado en avión.
-¿Está disfrutando de la jubilación?
-La verdad es que ahora estoy organizando el Torneo de Fútbol Joven Coca Cola para la región de Los Ríos. La copa comenzó en abril y ya hicimos las eliminatorias. Pronto serán los octavos de final, para que el finalista juegue con el ganador de La Araucanía.
Correr
Una de las pasiones de Matamala desde hace 20 años, es correr. "Fue algo que comenzó como una necesidad de hacer deporte, pero que tenía que ser individual", recuerda.
-¿Cómo organizó su tiempo?
-Como era jefe nacional de ventas, tuve que viajar por todo Chile y siempre andaba con mi equipo, por lo que salí a trotar en Iquique, Viña del Mar y en muchas más ciudades.
¿Qué significa correr para usted?
-El correr significa constancia y equilibrio, no volverte loco inscribiéndote en maratones. El correr es una forma de vida.
¿Cómo fue el Torrencial Trail?
-Al inscribirme en Torrencial, gracias a la influencia de uno de mis yernos y su grupo de running, ingresé a la página web, y aparecía un mapa. Ssin embargo, en la realidad no era tan así. Fue muy compleja en algunas secciones, pero lo volvería a hacer de todas maneras. Me tengo que preparar más, eso sí, de una forma distinta, porque hay que tener una preparación previa.
"Torrencial fue muy compleja en algunas secciones, pero lo volvería a hacer, de todas maneras".
Boris Matamala, Corredor
La familia es lo más importante
En 2017 cumple 40 años de matrimonio con Constanza von Stillfried Falfant . Tiene cuatro hijos: Sergio, Pilar, María Ignacia y Manuel y seis nietos. "Mi mujer es uno de los pilares de mi vida, porque me incentiva a que haga deporte y me lleva por el buen camino (...) Es muy importante tener una familia que te apoye en lo que emprendas, porque así cuando estés un poco débil, o de bajo ánimo, ellos te impulsan y eso me tiene a mí, muy orgulloso", dice.
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