Bader Hildebrandt Liche, junto a su esposo y a su hermano, decidió hace menos de un año instalarse en Valdivia tras llegar desde Osorno, con una sala cuna y jardín infantil que entregara las herramientas a los niños y la confianza a los padres de que sus hijos están en buenas manos. Ahí nació Capullito de Arcoiris.
"La decisión del nombre fue en familia. Buscábamos un nombre que simbolizara algo pequeño, delicado, que viene formándose y recién naciendo. Entonces, mi hija dijo que los niños son como un capullito. En ese minuto decidimos que sería además de arcoiris, por los colores que tiene", dice su dueña.
¿Cómo se les ocurrió la idea de hacer una sala cuna y jardín infantil?
-Yo soy educadora diferencial y psicopedagoga y mi marido también es educador. Mi hermano, quien es el tercer socio, no tiene relación con la educación, pero le gustó mucho la idea de realizar un proyecto educativo integral.
Yo he trabajado con niños, en especial con los pequeños, porque uno puede ayudarles a desarrollar sus habilidades.
¿Cuál fue la apuesta?
-La verdad es que nosotros somos de Osorno, y al crear este proyecto educativo decidimos que fuera en Valdivia, porque no conocíamos a nadie y nos lanzamos a la aventura.
Nos vinimos con mi familia el 30 de diciembre, vimos la casa y comenzamos con todos los trámites y arreglos, que fueron muchos.
¿Qué fue lo más complicado de emprender su proyecto?
-Sacar todos los papeles. Fue demoroso, más en algunas instituciones que en otras. Algunos trámites fueron súper extenuantes.
Nosotros queríamos abrir a principios de año, pero lamentablemente no pudimos hacerlo. Finalmente la inauguración fue en junio.
¿Cuál es el plan educativo?
-Cuando llega el niño, se hace una evaluación que lo hace la parvularia y yo. Y en esa evaluación se determina lo que hay que desarrollar, y se hace un plan de trabajo, que se trabaja en la casa y en el jardín, para potenciar las habilidades de los niños.
A fin de año se hace otra evaluación para ver si pudimos lograr el plan de trabajo.
¿Qué los diferencia a ustedes de los otros jardines infantiles?
-Los papás nos dicen que el recibimiento y el apego que tenemos con los niños es especial, porque todos los que han hecho la adaptación se han quedado con nosotros.
Entonces, las mamás nos dicen que el cariño, el afecto y la preocupación es lo que nos diferencia de los demás.
Además, tenemos políticas de puertas abiertas con los papás, ellos pueden entrar cuando quieran.
¿Cuál es el horario de atención?
-De lunes a viernes de 8 de la mañana a 19 horas, pero también tenemos talleres en la tarde que son abiertos a la comunidad (ver recuadro).
¿Qué servicios entregan?
-Sólo servicio de alimentación sólo para los niños que tienen jornada escolar completa. Las colaciones van por parte de los papás, a quienes se les da una minuta en la semana, que la elabora una nutricionista de acuerdo a lo que debe consumir un niño diariamente.
Y la leche también corre por cuenta de los padres.
¿Qué es lo positivo de ser emprendedor?
-Lo positivo es que uno se plantea sus desafíos y lucha por ellos incansablemente.
Muchas veces uno se frustra, pero no hay marcha atrás, ya estamos embarcados en este proyecto.
¿Cuáles son las metas?
-La verdad es que vamos poco a poco. Primero, era tener los papeles, luego abrir y ahora es tener más niños en el jardín.
Bueno y el tercer paso es ver los convenios con las empresas. Y por supuesto es ir mejorando día a día.