Vivimos tiempos de desconfianzas. Los políticos y el sistema democrático actual han experimentado un profundo recelo por parte de una ciudadanía cada vez más empoderada, algo que en estos tiempos de campaña de seguro impactara en las próximas elecciones de alcaldes y concejales.
Sin embargo ¿Qué es una democracia en una sociedad cada vez más indiferente y centrada en el consumo? Vemos muchas manifestaciones que representan los deseos y anhelos de la ciudadanía, pero vemos por otro lado los bajísimos niveles de participación en elecciones. Esta realidad exige preguntarnos qué es lo que ocurre en nuestro sistema. Mientras más nos restamos de estos procesos, más nos desconectamos del futuro de nuestro país, permitiendo a unos pocos decidir sobre los programas que seguirán nuestras comunas.
El voto no es un acto menor, hombres y mujeres perdieron su vida por alcanzar el sueño de un voto universal que hiciera posible la construcción de un país donde todos nos respetáramos y todas las voces tuvieran cabida a través del diálogo. La participación en las urnas si tiene una incidencia, es un deber y una responsabilidad, que nos hace participes de la familia que es Chile, esta comunidad de la que formamos parte.
Es claro que en este tiempo la desconfianza es mayor, muchas veces justificada, pero no caigamos en la trampa y el estancamiento que tan peligrosamente se nos ofrece. Aprovechemos este tiempo para mirar con esperanza el futuro de una tierra para todos y todas, en que genuinamente nos sintamos parte de un país, y que no sea solo a través del fútbol o las "ramadas" que nos sentimos chilenos, sino también involucrándonos en los destinos de toda la nación, celebrando las victorias sociales como reducir la brecha de la pobreza, o la gestación de políticas de favorezcan a nuestras personas mayores.
Cuando permitimos que el mañana de un país sea decidido por otros, cuando no nos informamos respecto a las agendas y programas de los candidatos y nos restamos de votar, corremos más y más el riesgo de permitir que se nos vea más como consumidores, que en lugar de ciudadanos. Informémonos sobre las próximas elecciones, sobre los programas y agendas, manifestando nuestra voluntad.
Ignacio Ducasse Obispo de Valdivia