Cine Club de la Uach
Fue una epopeya crear la Universidad Austral, ya que no heredó nada. Pero se hizo y el cine estuvo desde el primer momento. Desde el año 1955, ya se habían creado 17 Filiales, del Centro de Documentación, para recorrer las escuelas más apartadas, en una camioneta audiovisual, creando una red con la incipiente universidad. El Cine Club fue creado en 1962 por la Federación de Estudiantes, siendo Presidente Roberto Murúa B. y Luis Zaror, su secretario. La inauguración fue con la película española, Calabuch, crítica fue entregada por el recordado dramaturgo, Jaime Silva.
La señora María Mardones, Fiscal de la Corte de Apelaciones fue la primera presidenta, del Cine Club Universitario, luego lo fueron el Dr. René Advis, miembro del directorio de los Fundadores de la Universidad y la señora Ester Aguilera de Silva, mi madre.
Desde su creación estuvo el joven Roberto Horzella. Llevaba a sus butacas, a los asistentes, como alumno de medicina, y después como médico, gratuitamente, como se acostumbraba, en aquellos tiempos.
El señor Alfredo Pérez, era el encargado de la proyectora. Contaba que siendo niño en una Exposición Internacional, en Barcelona, en 1929, conoció a Louis Lumiere.
La señora María Romero, destacada crítica de cine a nivel internacional, viajó a conocer el Cine Club. En una entrevista con don Jaime Ferrer ex rector, declaró su agrado, por su prestigio, en la zona sur. Era ya el más antiguo, de Sudamérica.
Para los efectos de Administración se nombró a la señora Ester, quien ejerció el cargo, por 32 años.
Pasaron los años. Se nombró las directoras señora Lucy Berkhoff y actualmente la periodista señora Andrea Osorio, quién asumió el cargo, en marzo de 2007.
En los últimos 6 años, los espectadores aumentaron de 5.643 en 2006 a 16.431 en 2010. Y las películas programadas de 40 a 230 en el mismo período. La mística de Andrea y su equipo se nota, ¡gracias por eso!
Sólo resta felicitar a las autoridades universitarias, principalmente, a los señores rectores por comprender el gran significado que entrega el Cine Club, para alumnos, funcionarios y público en general.
Pelusa de van de Maele
Un paso adelante; dos atrás
Nuevamente el Ejecutivo da un paso para adelante y dos para atrás, al anunciar que iniciará la regulación de Uber y Cabify.
La mentada acción del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones se traduce en el envío de un proyecto de ley que regula y legaliza ambas aplicaciones, con una serie de medidas entre las que se encuentran la exigencia de licencia de conducir tipo A, registro de antecedentes, la norma de cumplir sus servicios con automóviles de alto estándar - eufemismo para autos de lujo-; nuevo mecanismo de precios con cobros adicionales por kilómetro, eliminación de pago en efectivo, tarifa regulada por "panel de Expertos", etc, etc, etc.
La primera pregunta que me surge de inmediato es ¿por qué regular un sistema que funciona bien? O ¿por qué regular lo que mejor funciona?. Y la pregunta no es casual pues lamentablemente la historia reciente da cuenta de que hasta ahora el ministerio no ha sido capaz de regular y fiscalizar el pésimo transporte público con el que cuenta la capital de Chile y sus regiones… Transantiago y sus derivados regionales.
Las regulaciones que se despacharán al congreso, conllevan además una serie de requisitos y medidas que generan barreras de entrada; segmentación al exigir automóviles de lujo, tanto para quien da el servicio como para el que lo quiere utilizar; lo mismo ocurre con la regulación de tarifa y sistema de pago, que nuevamente aleja la posibilidad de utilizar Uber y Cabity a un segmento no menor de la población… es decir¿un servicio elitista?.
Hasta ahora Uber y Cabify irrumpían con un servicio que distaba de lo que hasta ahora estábamos acostumbrados, y parece que esto molesta y finalmente se cede a las presiones.
Patricio Ovalle Wood Universidad del Pacífico
Circo pobre
¿Se imagina una cajera de almacén que sólo pueda cobrar pero no ayudar a ordenar, contestar el teléfono o cerrar el local antes de irse?
Pues bien, un grupo de diputados liderados por Osvaldo Andrade ha solicitado suma urgencia para 14 proyectos de ley lo que algunos hemos denominado como una nueva "Reforma Laboral Oculta".
La realidad de las pymes en Chile es lo que la cultura popular define como "Circo Pobre" donde muchas veces hay que hacer de "Presentador, domador y trapecista", realidad que muchos congresistas no conocen ni se imaginan.
Proyectos como la Polifuncionalidad y contrato por obra y faena además de ser retrógrados, perjudican enormemente a la pymes y no consideran la esencia de todo emprendimiento; sus trabajadores son intrínsecamente poli funcionales.
De no poner freno a esta nueva reforma laboral, agregaremos otro año más de incertidumbre a nuestra economía y nos habremos pasado los últimos 4 años esperando saber con qué reglas del juego vamos a emprender e invertir en Chile.
Juan Pablo Swett Presidente Multigremial Nacional de Emprendedores