Paro fiscal
Los continuos paros de los empleados fiscales fuera de perjudicar a miles de personas en sus trámites diarios, no logran otra cosa que ganarse la enemistad de la ciudadanía. ¿Por qué si un funcionario no está de acuerdo con lo que gana, no presenta su renuncia y busca mejores horizontes que sería lo más lógico?
Roberto Altermatt V. roberto.altermatt@yahoo.com
Ciclovías
En relación a la polémica surgida debido al otorgamiento de un permiso de edificación sin que se cuente con un estudio de impacto vial actualizado, llama la atención que dicho estudio no sea requisito para la construcción de ciclovías en nuestra ciudad.
El municipio está desarrollando un proyecto de construcción de nuevas ciclovías en las calles Aníbal Pinto, Cochrane, O'Higgins y Avenida Alemania, todas ellas vías que ya tienen un alto tráfico vehicular, y el proyecto considera destinar una pista de la actual circulación de automóviles para ciclovías y además eliminar algunas pistas de viraje.
Sería recomendable que este tipo de iniciativas cuente también con estudios de impacto vial actualizados y que los resultados de dichos estudios sean incluidos en las presentaciones que se hagan de dichos proyectos. Al igual que en el caso del centro comercial, no es sano que se oculten, o se evite analizar, las externalidades negativas de aquellos proyectos que traen beneficios a la ciudad.
Juan Pablo Salazar jpsalazar@telsur.cl
Seguridad en bicicleta
Me permito escribirles motivada por lo que nos sucedió como Familia Lührs-Obando mientras nos desplazábamos en bicicleta junto a nuestro hijo, en el trayecto que hacemos diariamente.
Desde nuestra convicción en la sustentabilidad y como una acción de justicia social, hemos elegido como medio de transporte para nosotros y nuestro hijo, la bicicleta. Para ello hemos importado desde Holanda, una bicicleta conocida para realizar viajes con niños/as, la cual hemos adaptado para mayor comodidad de mi hijo.
Conociendo la realidad del transito vehicular motorizado en Valdivia, hemos diseñado una ruta para ir desde nuestra casa (Portal del Sol) hasta nuestro lugar de trabajo (Uach, Campus Teja). Para esto consideramos tanto ciclovías y otro tipo de estrategias para poder resguardar en todo momento la seguridad de nuestro hijo, como por ejemplo transitar en algunos tramos por la acera. No obstante, en nuestro trayecto hay un punto crítico, la calle Arica.
El trayecto de calle Arica, es un espacio peligroso, no tan solo para los ciclistas, si no también para peatones, personas con capacidades especiales (uso de silla de ruedas y personas ciegas), niños y niñas que diariamente se ven obligados a bajar desde la acera a la calzada porque se encuentran con vehículos particulares estacionados. Esta acción pone en riego la integridad de cualquiera, teniendo en cuenta que esta calle es transitada a alta velocidad por el transporte público y particular, así también por los camiones cargados de trozos.
Lo primero a considerar es la infracción que comenten estos automovilistas por obstruir el paso peatonal, pero a mi parecer, desde un punto de vista moral, es la falta de empatía que existe, al no pensar que la acción individual, puede perjudicar a otra persona , inclusive con consecuencias como la muerte.
Conocemos la ley, pero apelamos al sentido común, inclusive en autoridades como lo son Carabineros (como nos sucedió hoy al encontrarnos en esta situación). No pondremos en riesgo la bienestar de nuestro hijo exponiéndonos a un tramo tan complejo como lo es calle Arica, por lo cual seguiremos utilizando la acera con la actitud de respeto que corresponde. Además de tener el argumento, que nuestra bicicleta es también un coche.
Así como los Lührs- Obando, hay muchas otras familias que han optado por la bicicleta como medio de transporte, pero es necesario visibilizarla como otra opción de movilización, para que tengan en cuenta que son vidas de niños y niñas las que están en riesgo cuando las personas mal utilizan los espacios públicos y obstruyen las veredas o las ciclovías.
Vanessa Obando Casanova Docente Uach
Paro II
Encuentro que es justo reclamar por aumento de sueldo, pero todo tiene un límite.
Los funcionarios públicos son la clase trabajadora privilegiada del país, pueden hacer paro y nada les pasa, todos los años tienen garantizado su reajuste y si no les agrada el monto, cierran las oficinas, perjudican a los usuarios y después hasta obtienen el famoso bono de término de conflicto además de su sueldo extra cada cuatro meses.
Tal como está la situación del país,debieran ser más conscientes y pensar por un minuto en el daño que están haciendo al paralizar. En mi caso, mi madre tenía hora en el consultorio y bueno, deberá seguir esperando quizás hasta cuando. Quienes laboramos en el sector privado carecemos de esos privilegios.
María Angélica Hormazábal angelica.hmena@gmail.com