Cuidarse de los rayos UV
Carmen Gloria Cruzat
Directora Enfermería UST
En esta época del año, cuando abundan los días de calor intenso, es fundamental saber los efectos que provoca en las personas, una excesiva exposición a la radiación ultravioleta, ya que estamos más expuestos a ello. Por ejemplo, pueden ser positivos, ya que guardan relación con la producción de vitamina D, que colabora con el crecimiento y desarrollo óptimo de las personas.
Sin embargo, los rayos UV son también responsables de enfermedades a la piel como una quemadura solar, cambios en la coloración (pigmentación de la piel), insolación e incremento a la aparición del cáncer a la piel en nuestro país, tal como lo indican las cifras oficiales. Además, el efecto acumulativo gatilla la aparición de otros cánceres. De hecho, en nuestra región, el cáncer a la piel es uno de los tipos de cáncer más frecuentes, con cifras preocupantes respecto al resto del país. Asimismo, los rayos UV pueden provocar alteraciones visuales como cataratas (pérdida de transparencia del cristalino del ojo y vista nublada); y pueden inhibir el sistema inmunitario en personas de cualquier tipo de piel.
Por lo tanto, la protección contra la exposición a la radiación ultravioleta es clave, y para ello es importante seguir las siguientes recomendaciones: contar como una hidratación adecuada, bebiendo abundante agua; protección solar con cremas que tengan filtro UV (bloqueadores solares), con un factor sobre los 30 ó 50; en pieles sensibles, pantallas solares; uso de gafas con protección UV; sombreros con ala ancha o gorros que protejan la cabeza, ojos, oídos, cara y parte del cuello; y no exponerse innecesariamente al sol, aunque haya nubes. Es prioritario entonces mantener estos cuidados, especialmente en los grupos etarios de mayor riesgo, entre los que se encuentran adultos mayores, exponiéndose lo menos posible al sol, especialmente a mediodía, cuando la radiación es mayor.