En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Migrante, el gobierno anunció que en los próximos días enviará un proyecto de ley al Congreso para modernizar la legislación respecto de las personas que llegan desde otros países para establecerse en Chile. La actual data de 1975 y está basada en normas establecidas en 1953, cuando fue creado el Departamento de Inmigración, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores.

De esa época data también la definición legal de inmigrante: "el extranjero que ingresa al país con el objeto de radicarse, trabajar y cumplir las disposiciones del presente Decreto con Fuerza de Ley (DFL 69)", además define la norma que también rige hasta hoy: "todo extranjero que desee emigrar a Chile deberá declarar, por escrito y bajo juramento que se compromete a acatar la Constitución, las leyes, decretos y demás disposiciones que rigen en el territorio de la República".

En esos años el tema cobró importancia porque el país fomentó la llegada de técnicos, por el proceso de industrialización que iniciaba. Ahora, se encuentra en la agenda por el aumento de extranjeros (entre 2005 y 2015 se ha otorgado permanencia definitiva a 271 mil personas, de acuerdo a datos de Relaciones Exteriores) y las polémicas y temores que eso ha despertado desde algunos sectores políticos.

Probablemente el debate continuará instalado en las próximas semanas y debería ser seguido con especial atención en una región como Los Ríos, cuya evolución e identidad están ligadas profundamente a la inmigración, tanto a la producida en los siglos pasados, como la española, alemana, árabe; como también a la actual vinculada a gentes de diversas nacionalidades y de distintas regiones del mismo país que llegan a la zona para estudiar o perfeccionarse y se quedan, formando familias.

Basta caminar en las calles o conocer los apellidos de las personas, para saber que nuestra región es un territorio construido con aporte inmigrantes. Por lo mismo, la mirada local -a través de los parlamentarios Von Baer, De Urresti, Berger, Jaramillo, Flores y Fuenzalida- puede significar un aporte para la discusión parlamentaria que comenzará sobre el tema.

30 años | 20 de diciembre de 1986

Escuela El Naranjo ganó Olimpiada en Pichirropulli

La representación de la Escuela El Naranjo ganó la Olimpiada del Niño Campesino, realizada en la localidad de Pichirropulli y organizada por el Departamento Comunal Extraescolar de la municipalidad de Paillaco. En la actividad tomaron parte 172 estudiantes, niños y niñas, llegados desde diferentes escuelas de la comuna.

20 años | 20 de diciembre de 1996

Molestia por autorización a vendedores ambulantes

Molestia existe entre los comerciantes establecidos de Valdivia, porque el Concejo Municipal autorizó la instalación de vendedores ambulantes en la Costanera y en la calle Picarte, con la única excepción de la primera cuadra desde la Plaza de la República. Estos permisos solamente se encontrarán vigentes hasta el 31 de diciembre.

10 años | 20 de diciembre de 2006

Cámara de Diputados aprobó Nueva Región

Cantando con emoción "Camino de luna", fue celebrado ayer en la Cámara el triunfo legislativo por 104 votos contra 1, que define la creación de la región de Los Ríos, con la designación de un delegado presidencial, la inclusión de Paillaco en la provincia de Valdivia y la definición de 180 días para la instalación del gobierno regional.

No es coincidencia ni un fenómeno temporal que el sentir republicano, el nacionalismo sano y el amor por la patria ya casi no existan.

Son sentimientos en retroceso en una juventud cada vez con menos identidad propia, fuertemente marcada por demandar privilegios, con un apetito voraz por la tecnología sin la cual parecen no sobrevivir, sumida en juegos y códigos virtuales. Son nuevas formas sociales, estereotipadas desde las redes y los videojuegos, que los alejan de la comunidad simbiótica y solidaria de antaño.

Y, claro, a costa de sonar cliché, décadas atrás la relación social surgía y se inculcaba desde la casa y la escuela. Eran tiempos donde la instrucción cívica en los colegios ayudaba a formar adolescentes con un fuerte sentido social asociado a lo patriótico, al amor a Chile, que entendía que nuestros orígenes, héroes, el respeto mutuo y la institucionalidad es lo que nos define.

Eran tiempos en que los escolares tenían una base mínima de conocimientos de la cuestión pública, suficiente para participar en democracia. Grandes figuras de la política chilena surgieron de grandes aulas de grandes colegios, en su mayoría públicos y no privados como el Instituto Nacional o el Carmela Carvajal en Santiago, o el Liceo de Hombres y el Salesiano de Valdivia.

Esa dinámica ha sido destruida y reemplazada por una ideología basada en el odio y el resentimiento, que ha tenido su caldo de cultivo a partir del proceso de deseducación cívica nacional. Ello nos ha conducido a jóvenes incapaces de relacionar ni reconocer aspectos de la realidad política y social, que desconocen la base legal e institucional para controlar esos procesos, que no comprenden la sociedad en que viven.

Cuando se suprimió la Educación Cívica, se hizo con el supuesto que era responsabilidad de otros y no de la escuela, como si éstas no formaran parte del tejido social. La premisa de la desinformación es la misma acuñada antaño por regímenes totalitaristas. El resultado está a la vista: jóvenes -y no tan jóvenes- sin interés por la democracia, que anteponen el bien individual sobre el colectivo; indignados pero no comprometidos, intransigentes, demandantes pero no participantes; reaccionarios pero no propositivos. Un camino que de no remediar lleva a Chile hacia una nación sin identidad, sin pasado y sin futuro.

Bonnie Márquez

Abogada y asesora parlamentaria