Contacto
INNOVADORES. Vieron en internet qué se podía hacer y buscaron la manera de lograr una herramienta económica y práctica, que cumpliera el objetivo.
Correo: contacto@cortapet.com
Página web: www.cortapet.com
Facebook: www.facebook.com/cortapet/
transformadores de plástico reutilizan botellas con nuevos fines
Benjamín Carriquiry es de Santiago y Quentin de Neyer, de Bélgica. Ambos crearon un emprendimiento que nació con la idea de poder reutilizar los residuos, especialmente las botellas plásticas y con ellas obtener cintas resistentes. Esta iniciativa surgió hace un año, con el apoyo del Centro de Desarrollos de Negocios de Valdivia, donde el foco es el compromiso con la comunidad. Su creación es el Cortapet, que transforma las botellas en cintas plásticas resistentes, que pueden ser usadas para sustituir todo tipo de amarras.
¿Por qué decidieron enfocarse en los materiales reciclados?
-Yo soy ingeniero eléctrico y Quentin en matemática aplicada. Ambos decidimos llevar a cabo el emprendimiento, basado en técnicas para hacer pitas de las botellas de plástico. Nosotros nunca habíamos visto eso, pero hace 20 años que se vienen trabajando técnicas de este tipo. Vimos videos para hacer estas herramientas y nos encantó la idea. Por eso, decidimos hacer un modelo, que cualquiera pudiera usar en sus casas. El cortante se crea en Valdivia, con madera reciclada también. Buscamos una herramienta que siempre funcionara bien y se pueda utilizar en todas partes. Esto que vimos no se estaba realizando masivamente, solo en talleres personales.
¿Cuántos prototipos utilizaron antes de llegar al modelo que ofrecen?
-Luego de probar 15 prototipos llegamos al modelo, que denominamos Cortapet. Nosotros realizamos una campaña de crowfounding, que consiste en la búsqueda de apoyo financiero en las redes sociales. En nuestro caso, si alguien aportaba 15 mil pesos recibía el Cortapet. Si se aportaba más, recibía ediciones especiales del producto y un agradecimiento público. Mediante esta técnica recaudamos 3 millones de pesos en un mes y medio. Con los recursos obtenidos armamos nuestra empresa e instalamos el taller. Nuestro principal mecanismo de comercialización han sido las ferias, tanto en la región como en Santiago.
¿Quiénes han colaborado con su emprendiendo?
-Estábamos interesados en buscar un asesoramiento y llegamos al Centro de Desarrollo de Negocios de Valdivia, programa del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) operado en la región por la Universidad Austral. Mediante Facebook nos enteramos de esta iniciativa. La asesoría nos ha servido muchísimo, especialmente para tener contactos, ayuda en los trámites administrativos, que muchas veces pueden ser muy angustiantes y la información sobre los fondos de fomento. Luego postulamos a varios instrumentos de fomento, nos adjudicamos el Subsidio Semilla de Asignación Flexible para el Apoyo de Emprendimientos de Innovación Social de la Corporación de Fomento (Corfo). Mediante este programa realizaremos varios esfuerzos comerciales relacionados con el marketing y actividades abiertas a la sociedad, como talleres y cursos, generando una comunidad en torno al reciclaje.
¿Cómo contribuyen a la sociedad con su producto?
-Para nosotros, una empresa no tiene que ser una máquina que sólo genere plata, explotando a sus proveedores o empleados. Nuestra intención es invertir las utilidades en otras iniciativas, que podamos ir incubando. En efecto, uno de los anhelos para el mediano plazo es tener un volumen de ventas constantes, para dar empleo y fomentar nuevos proyectos.
El Cortapet se puede conseguir en la tienda Catrico, ubicada en Camilo Henríquez 820 y vía on line en la sitio web www.cortapet.com. Nuestro producto transforma finalmente un residuo que está pensado para ser parte de basura en un objeto útil, entregándole mayor utilidad y además reduce el consumo de otros productos, como pitas y alambres.
Cortapet: un nuevo uso del plástico
Cortapet es el nombre de la herramienta que Benjamín Carriquiry y Quentin de Neyer crearon en base a videos e instrucciones que vieron en internet y mejoraron el sistema. Lo adaptaron a materiales con identidad local, como es el caso de la madera y actualmente ya llevan más de 600 utensilios vendidos, principalmente en la región de Los Ríos. "Creemos haber logrado un modelo minimalista, atractivo y funcional. El valor de cada Cortapet es de 12 mil pesos", indicó Benjamín Carriquiry. El producto se puede comprar on line o en la tienda Catrico, ubicada en Camilo Henríquez 820.
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