Otoño y leña van de la mano en la región de Los Ríos. La mayoría de los hogares ya se encuentra abastecido para la temporada y, los que no, lo hacen en estos días, como evidencia el acopio que se aprecia en aceras y patios en muchos de los barrios locales.
En promedio, la cantidad de usuarios ha subido significativamente en las últimas dos décadas en la zona, pero la cantidad utilizada por cada uno es menor, gracias a la disponibilidad de aparatos de combustión más eficientes. Así lo señala un estudio realizado por Infor (Instituto Forestal del ministerio de Agricultura) y publicado hace pocos días por Diario Austral, en el cual se analizan datos desde 1991 a 2014, los cuales evidencian con cifras lo anterior. En 23 años la cantidad de hogares que reconocen utilización de leña para calefacción pasó de 76% a 95% y el consumo de metros ruma promedio anuales de 16 a 11.
Esa investigación, realizada por el proyecto Observatorio de los Combustibles Derivados de la Madera (OCDM), también evidenció cambios en las costumbres como el término de la utilización del carbón y el aserrín, además de la irrupción de la electricidad, kerosene y gas como combustibles adicionales en las casas.
Estas son buenas noticias, considerando que la calefacción tradicional con leña es parte de la identidad cultural de nuestra región y de todo el sur de Chile. Sin embargo, ella también está relacionada con el aumento de los índices de contaminación ambiental (principalmente por el uso de leña húmeda), algo que empaña los indicadores positivos e incluso nubla algunas decisiones políticas frente a este noble material.
Por lo mismo, a pesar de que existe ya una Política Nacional al respecto (la que estimula la calefacción eficiente, la aislación térmica y la educación, por ejemplo), es preciso insistir en la declaración oficial de la leña como combustible, para que su uso, comercialización y fomento sea adecuadamente normado y le ayude a cumpla con estándares de calidad que permitan valorar su aporte como energía limpia.
La leña es un tema que preocupa en otoño, pero es preciso tomar determinaciones sobre ella a más largo plazo.