Pablo Quintana Villanueva
Con el respaldo de seis colegas, la diputada comunista Camila Vallejo presentó el 8 de marzo de este año un proyecto de ley para modificar el Código del Trabajo, con el propósito de reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. El lunes 3 de abril, el presidente de la Cámara Fidel Espinoza, emitió un informe por el cual declaró inadmisible la moción, argumentando que se refiere "a materias que la Constitución reserva a la iniciativa exclusiva del Presidente de la República". Finalmente, el miércoles recién pasado se votó dicho informe y por 41 votos en contra, 21 a favor y 9 abstenciones, se rechazó la inadmisibilidad; de modo que quedó abierta la discusión de la iniciativa legal.
Bernardo Berger fue uno de los parlamentarios que sufragó a favor de declarar inadmisible el proyecto. Junto con recordar que "los diputados no tenemos atribución para ingresar proyectos en aquellos temas que son iniciativas exclusivas del Ejecutivo", expresó que está "totalmente llano a apoyar un proyecto de reducción de la jornada laboral, en la medida que venga desde donde corresponde, es decir, del Ejecutivo; con una propuesta seria, estudiada, socializada y con los impactos -tanto positivos como negativos- evaluados por instrumentos respetables y no por el mero 'tincómetro'. Y lo más importante, que técnica y jurídicamente sea admisible; lo que no ocurrió en este caso".
Finalmente, dijo lamentar "esta tendencia de tirar iniciativas al voleo para instrumentalizar la fe pública, con temas que son sumamente sensibles sabiendo que sus tiros no van a prosperar".
ámbito sindical
Consultada al respecto, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (Cut) Provincial Valdivia, Virginia Rodríguez, sostuvo que "como trabajadora y como dirigente sindical, me parece una excelente iniciativa porque tiene varios sentidos positivos para la persona humana".
En esa línea, detalló que la medida "implicaría más vida familiar, más mano de obra o inteligencia humana colocada en el trabajo, porque sería preciso tener más trabajadores. Esto, a su vez, derivaría en una mejor disposición para trabajar, un mejor clima laboral".
Psicología
Desde el mundo de la psicología laboral, el profesional Francisco Videla -quien es director de Desarrollo Estudiantil de la sede Valdivia de la Universidad San Sebastián- afirmó que "todos estos modelos de flexibilización están orientados a acercar la empresa al empleado, entendiendo que aquélla de alguna manera está dejando de ver al colaborador simplemente como una tuerca del engranaje; sino que estamos hablando ahora de una persona que tiene familia, que tiene momentos de ocio, que tiene sueños y metas. Y con ello, se entiende que un profesional o colaborador contento y a gusto en su trabajo, es también un trabajador más productivo".
Videla señaló que según los resultados de la encuesta Cerc de 2004, "más de la mitad de los entrevistados dijo que cuando los trabajadores disponen de mayor flexibilidad horaria, están más orientados a pasar tiempo con su familia e hijos, a la vez que mejora el ambiente de trabajo y disminuye el estrés. Ahora bien, con todo esto, el empleado tiene una mejor valoración en cuanto a la percepción que tiene de su empleador; y esto es muy importante, sobre todo si se piensa que la gran mayoría de los empleados no renuncia a su trabajo, sino a su jefe".
Postura desde el mundo empresarial
El presidente de la Corporación para el Desarrollo de la Región de Los Ríos (Codeproval), Pablo Hoffmann, enfatizó que "dado el momento económico que estamos viviendo, en el que está costando mucho sacar a flote la economía, es muy poco oportuno siquiera conversar del tema de la reducción de la jornada laboral". Frente a la posibilidad de discutir más adelante el tema, dijo ignorar "si las condiciones económicas mejorarán, pero en este instante lo que se busca es ser más competitivos, en lo cual hemos bajado. Por otra parte, todos quisiéramos trabajar un poco menos y ganar un poco más, pero tenemos que atenernos a la realidad".