Inversiones de papel
Comparto la preocupación de Codeproval sobre no entrampar soluciones a obras como el Cau Cau
E actual ha sido un gobierno que nos ha acostumbrado a las inversiones de papel. Y ojo que no es lo mismo gastar que invertir.
Me refiero al extenso listado de obras que se vienen prometiendo -otras a medio andar también- que suenan fabulosas, que se reflotan de tarde en tarde cuando la ocasión lo amerita o conviene, en las que se han gastado millonarios recursos para "ver si es viable", pero que en la práctica llevan años enredadas en la mera intención, en anteproyectos y pre-factibilidades que muchas veces no apuntan sino a afirmar lo obvio demorando dudosamente la ejecución. El problema se agrava cuando esta práctica afecta directamente a la conectividad, talón de Aquiles de Valdivia.
En iniciativas claves para el desarrollo armónico y coherente de la ciudad y su comunicación vial, pese a que se ha gastado mucho, hay muy poco que pueda verse materializado. Respecto al puente Los Pelúes, el mejoramiento estructural del Pedro de Valdivia y su eje Avenida Alemania -Los Robles, el puente Las Mulatas-Torobayo, la doble vía de acceso a Valdivia, incluso respecto de la culminación del Cau-Cau, ni una piedra nueva al cabo de los años.
Reconozco sí lo bueno más allá de los percances del minuto. La agilidad con que se hizo el camino Cabo Blanco-Las Marías y la mejora del acceso Valdivia y Pichoy, demuestran que las cosas se pueden hacer cuando se quiere.
Nadie se opone a los estudios. Es sano, transparente y da solidez a las futuras inversiones. El problema surge cuando nos vamos de estudio tras estudio sin llegar a puerto mientras la inversión real, esa que levanta obras, que crea empleo, que moviliza proveedores, que trae desarrollo, nunca aparece, y la disfrazamos de consultorías que retrasan todo.
De ahí que comparto plenamente la preocupación que manifestó Codeproval hace unos días en torno a no seguir entrampando soluciones a obras como el puente Cau-Cau. Mientras no se aclaren responsabilidades y exista una evaluación neutral sobre el estado de la obra, veo difícil avanzar en su solución. Me extraña la oposición del MOP a que se hagan las pruebas de carga pedidas por la Fiscalía de Alta Complejidad para periciar el real estado. Es una diligencia no sólo clave en lo jurídico, sino también relevante para zanjar las inconsistencias que se arrastran en todo este confuso proyecto.
Bernardo Berger
Diputado