Entregan claves para detectar y enfrentar el abuso sexual infantil
SEMINARIO. Diarioaustral Región de Los Ríos organizó "No enmudecer", actividad abierta a la comunidad, que alertó sobre situaciones de riesgo.
Los estudios internacionales indican que el 30 por ciento de la población mundial será víctima de abuso sexual antes de los 18 años. También dicen que el 95 por ciento de los abusos ocurren en ambientes conocidos por las víctimas, por un familiar, un vecino, un amigo de la familia o un profesor. Solo cuatro de cada diez niños abusados pedirán ayuda y, por cada denuncia, se estima que existen otros 24 casos de abusos que no llegan a la justicia.
Por eso, es importante hablar del tema. En especial porque según el primer informe sobre abuso sexual en niños, niñas y adolescentes en Chile, publicado por el Sename en 2016, durante el año 2014 fueron realizadas 451 denuncias de delitos sexuales contra menores de edad en la región de Los Ríos. La mayor parte de ellos tiene entre 3 y 15 años y la mitad fueron abusados dentro del hogar.
Para analizar el problema fue realizado ayer el Seminario No Enmudecer, que tuvo como objetivo conversar sobre cómo detectar y enfrentar el abuso sexual infantil. En él participaron como expositores, el presidente del directorio de Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo; el comisario de la Brigada Investigadora del Cibercrimen de la PDI, Ernesto Jimeno y la jefa de la unidad regional de Atención de Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional, Ximena Valenzuela. El seminario fue organizado por Diarioaustral Región de Los Ríos, con el apoyo de la PDI, la Fiscalía Regional y la USS.
La cifra negra
A pesar de las estimaciones, no es posible tener certeza sobre el número de niños que han sido o están sufriendo de abusos, en especial porque estas acciones son generadas regularmente por personas que deberían proteger a los menores afectados. Esto genera temor, confusión o vergüenza en las víctimas. La jefa de la unidad de Atención de Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional, Ximena Valenzuela, indicó que "muchas veces nosotros mismos transgredimos el instinto que tienen los niños al decirles 'hágale caso al adulto', 'el adulto siempre tiene la razón', 'vamos a la casa de tal persona', 'dele un besito'. A veces el niño no quiere. Como ellos se encuentran en una etapa en la que no pueden tomar decisiones por sí mismos porque no tienen todo el criterio completo, se ven enfrentados a tener que obedecer ciertas situaciones que les parecen incómodas o ambiguas. Nosotros como formadores de nuestros niños tenemos que respetar su instinto y acostumbrarnos a que ellos puedan decir no".
Agregó que "quienes abusan de los niños no necesariamente son pedófilos, sino que se trata de personas que en algún momento determinado cruzaron la barrera del respeto al menor. Hay un estudio que señala que solo el 3 por ciento de los abusadores sexuales infantiles son pedófilos, es decir, gente que gusta de los niños y no de los adultos".
La abogada destacó que, lamentablemente, la cifra negra del abuso sexual también se debe a que los niños demoran años en develar lo que están viviendo o vivieron. "Muchas de las develaciones, sobre todo en abusos crónicos, se dan en una etapa de desarrollo en la que los niños comienzan a entender lo que les pasó. Los niños solo viven la situación porque no pueden distinguir que es incorrecta", dijo.
¿cómo reconocerlo?
Hay cambios que pueden colocar a la familia en alerta. Primero, existen indicadores físicos: lesiones en la zona genital o anal, la presencia de enfermedades como gonorrea, sífilis, chlamydia trachomatis, trichomonas vaginalis, sida, herpes del tipo 1 y 2 o virus papiloma humano. También presencia de flujo vaginal en niñas que aún no tienen su primera menstruación, embarazo en menores de 14 años, infecciones repetidas en las zonas genitales o inflamaciones. También hay huellas psicológicas: revelaciones por parte del niño -las que Ximena Valenzuela asegura que siempre hay que escuchar porque solo el 7 por ciento de los casos investigados han resultados falsos- , conductas hipersexualizadas, masturbación compulsiva en niños pequeños, conductas sexuales no apropiadas para cualquier edad, juegos en los que se noten conductas no acordes con la edad, acercamientos peculiares con los adultos y en los casos más extremos promiscuidad sexual, especialmente en adolescentes. La abogada destacó que siempre hay que estar atentos a cambios bruscos de la personalidad, alejamiento social, trastornos alimenticios, conductas regresivas, fobias o temores extraños, dificultades en el aprendizaje. "Pueden deberse a otras razones, no necesariamente a abuso sexual, pero siempre son la alerta de algo", dijo.
En las redes sociales
Además de la casa o la calle, otro lugar en el que hay que tomar precauciones es en el ciberespacio. El comisario de la Brigada Investigadora del Cibercrimen de la PDI, Ernesto Jimeno, explicó que existen muchos mitos relacionados con el almacenamiento y distribución de la pornografía infantil. "Se cree que este tipo de personas buscan imágenes de adolescentes vestidas en forma provocativa. Nunca he encontrado imágenes así en los archivos de quienes comparten pornografía o están formalizadas. Lo más frecuente es ver videos de niños, niñas o adolescentes normales. Esta gente busca la excitación sexual en niños chicos, incluso en lactantes", destacó.
Según cifras del programa Missing and Exploited Children, un 39 por ciento del material muestra a niños menores de cinco años; un 19 por ciento son menores de tres años.
Uno de los métodos para abusar es el grooming, que es una serie de conductas y acciones hechas deliberadamente por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional, para disminuir sus inhibiciones y poder abusar sexualmente de él. Generalmente se realizan a través de redes sociales. Jimeno contó que entre 2014 y 2015 se vio un incremento de un 400 por ciento en los delitos denunciados en Chile. Sobre la producción de pornografía, el especialista explicó que "una gran cantidad de personas que solo en primera instancia almacenan o distribuyen, después cometen abusos. Tienen material que ha sido producido por ellos mismos. Cada video es un abuso". Recomendó no subir a las redes sociales fotografías de los niños y estar atentos a los amigos que los pequeños tienen de redes sociales. También dijo que los niños son contactados con perfiles falsos que simulan ser de niños, falsos concursos, castings o mentiras sobre Youtubers.
confianza lúcida
José Andrés Murillo presentó en 2003 una de las primeras acusaciones por abuso sexual contra el ex párroco del Bosque Fernando Karadima. Ahora es el presidente de la Fundación para la Confianza, organización que busca acompañar a las personas que -sin importar su edad actual- fueron abusadas durante su infancia en contextos de confianza. "El abuso sexual siempre se da en una situación de poder asimétrica. Las víctimas no deciden guardar silencio, son silenciadas", dijo Murillo.
Uno de sus principales mensajes fue no convertir a la víctima en un "medio de prueba". "En el sistema judicial el enfoque no debe ser la condena, sino que la reparación. Lo más importante no debe ser lograr el castigo, sino que los niños puedan superar la situación traumática", contó.
También destacó que el camino no es la desconfianza, sino que todo lo contrario: la confianza lúcida. Murillo es filósofo y explica: "No podemos desconfiar de todos, hay que cambiar los paradigmas, pasar de una confianza ciega a una confianza lúcida. La propuesta ética de la confianza lúcida no descansa en ninguna ideología. Ni política, ni religiosa ni científica. Es una ética que surge del sólo hecho de estar siendo en el mundo, mundo compartido, es decir, en un espacio junto a y a partir de otros".