Ex Cárcel de Isla Teja
Hace algunos meses un comprometido equipo de personas se dio a la tarea de conformar un expediente para que la ex Cárcel de Isla Teja fuera declarada monumento nacional, validando su espesor histórico y asegurando su futura protección.
Dicho complejo carcelario fue estimado para unos 240 presos, tuvo un costo de 27.789.257,23 escudos de la época y fue edificado por la empresa constructora Raúl Duhalde. Tras el Golpe de Estado este sería el principal centro de detención política de cientos de partidarios del gobierno de la Unidad Popular en la provincia, hacinados en una cárcel que aunque nueva no dio abasto. Tan solo el 30 de septiembre de 1973 la prensa local consignó 509 detenidos de los cuales 396 eran políticos, vale decir, mucho más que el doble que la población común.
La entonces novísima cárcel acarreaba trámites burocráticos que habían comenzado entre 1965-1966, y se habían prolongado hasta comienzos de 1969 cuando el predio de Isla Teja quedó en manos del Ministerio de Justicia, iniciándose las obras entre 1969-1970. Finalmente la cárcel fue inaugurada en dos actos oficiales, en febrero y julio de 1973, con la presencia del intendente de la provincia, Sandor Arancibia y el alcalde de Valdivia, Luis Díaz, ambos socialistas. Estos llegarían poco después al mismo lugar como presos políticos, acusados de delirantes invectivas como el llamado "Plan Z."
Toda esta información figura en el ya terminado expediente. Una iniciativa que ha sido posible por el impulso de la Agrupación de Ex Presos Políticos de Valdivia, articulada en el camino con otros entes institucionales en la Mesa Regional de Derechos Humanos. A ello se ha sumado la Universidad Austral de Chile con el necesario aporte de su Escuela de Historia y Ciencias Sociales, con su director y algunos estudiantes (entre los que se cuenta quien escribe).Y completa finalmente este cuadro la participación de la Escuela de Arquitectura de la misma casa de estudios, representada por algunos de sus alumnos en práctica.
La presentación del expediente en el Consejo de Monumentos Nacionales en Santiago se espera para el presente mes.
Juan Navarrete Espinoza Estudiante egresado Historia Uach juanepdlc@live.cl
Padre Ivo Brasseur
En año 1968, se escuchaba en las radios la canción que decía en una estrofa "Cuántas veces nos han dicho riendo tristemente, que las esperanzas jóvenes son sueños". En esa época, el padre Ivo era párroco de la Catedral, a quien conocimos con mi esposa en 1972 y, en agosto 1979 le informé sobre situación de los presos políticos. Como párroco de La Merced (1982-1988), alentó las lecturas bíblicas y la solidaridad en los fieles, logrando participación de laicos en cursillos de cristiandad y encuentros matrimoniales. Por la crisis económica en dictadura, organizó grupos de ayuda fraterna y "Trabajo para un hermano", creando comedor para niños y otro de universitarios. A las 19 horas del 11-7-1984, en antigua Iglesia de Bueras, teníamos reunión de catequesis (16 personas); pero, minutos antes estalló una bomba en pared exterior del templo. A pesar del miedo de los asistentes, al llegar nuestro párroco, él nos confortó y presidió la celebración religiosa.
Ante la preocupación de encargados por retiro espiritual para 36 personas (1984), porque yo diría algo sobre derechos humanos, el padre Ivo me autorizó dar testimonio; no obstante la tensión de ese día, al terminar mi intervención, todos cantamos el "Himno de la alegría". Un domingo al ausentarse de Valdivia, me pidió realizara la misa (celebración de la palabra). Al regalarnos libro sobre extractos de su vida, el padre Ivo escribió en él: "A Derico y Liliana, gracias y bendiciones" (8-11-2009).
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com
Peligro en camino a Niebla
Hace un par de veranos atrás, se produjo un incendio en un lugar muy boscoso entre el sector Estancilla y Cutipay, en el camino Valdivia-Niebla. Pues bien, lamentablemente se quemaron algunos hermosos árboles del borde del río y contiguos a la calzada los que, actualmente, se encuentran en claro proceso de descomposición, debilitándose y resquebrajándose.
A ojos de este ordinario usuario de dicho camino tan frecuentado, no puedo sino imaginarme una inminente tragedia si, de un momento a otro, cayera alguno de esos árboles o sus ramas a la calzada, quizás sobre un peatón, un auto o un bus que vaya justo pasando por ese lugar. Bien podría ser que cayeran cuando ningún móvil o persona pasara; pero, si estuviese oscuro, igualmente podrían provocar consecuencias serias en la integridad de alguna persona o cosa.
Por el momento, pasaron una prueba de resistencia no menor, como fueron los temporales de hace un par de semanas. Pero, nada asegura que esa resistencia perdure por mucho tiempo más.
Mi intención de hacer ver esto es sencilla: que el responsable de esos árboles, sea el Estado, la Municipalidad, o un particular, vea el estado de dicho sector y, eventualmente, se sirva tomar las medidas pertinentes para evitar un problema que probablemente, en algún momento podría producirse, y acarrearle consecuencias también a dicha institución o persona natural, por no haber procurado evitar diligentemente un eventual daño.
José Milanca Sánchez jmilanca@hotmail.com