Alianza Gore-municipios, modelo pendiente
Ha primado la torpeza de la supremacía política y/o el poder mal entendido.
En primer lugar quiero señalar que soy municipalista, soy de los que cree que no habrá regionalización de verdad, si el territorio comunal y sus municipios no adquieren las potestades, fuerza y capacidades propias de todo orden, que les permita generar desarrollo en instancias de articulación, negociación y priorización junto a las instituciones del poder regional.
Esta aspiración se ha complicado cada vez más ya que existe la fuerte tendencia de nuestra cultura política, de gestionar casi exclusivamente con fuerza propia, fuera de toda lógica de cooperación, de gobernanza transversal, de sentido de inclusión interinstitucional y de toma de decisiones más generosas, en la unidad de propósitos que distintos actores políticos deben tomar en beneficio de la región y su futuro.
Al inicio se planteó en esta visión estimulante y motivadora de Región Modelo, una necesaria estructura de participación permanente de los municipios, relevados asociativamente en buscar mecanismos de inserción en la toma de decisiones cuando estén involucrados sus territorios. Lamentablemente esta combinación nefasta entre la urgencia de la coyuntura y las pocas convicciones, fueron descartando este nuevo modelo institucional de gestionar lo público y municipal, haciendo al final del día definitivamente lo mismo: una relación de uno a uno entre municipio y Core- Gore, centrando los esfuerzos en los intereses de corto plazo, velando por los rendimientos electorales inmediatos y teniendo un sesgo personalista más cómodo a intereses de posibles candidaturas.
Definitivamente los municipios de la región y particularmente algunos de sus alcaldes de las comunas principales, no han estado y no están a la altura de un desafío mayor de representación transversal de los intereses de los municipios en su conjunto y de una visión integradora, compartida y colaborativa en la Región de Los Ríos. Ha primado la torpeza de la supremacía política y/o el poder mal entendido como un espacio de control o de veto institucional para enfrentar desafíos comunes, donde lo principal -según mi punto de vista -debiese ser la instalación de un modelo de gestión que garantice descentralización en el propio territorio regional, con peso político unitario y una representación que rescate su papel histórico demostrado en la creación de nuestra región.
Luis Cuvertino Gómez Presidente del Consejo Regional de Los Ríos