Faltan tres meses para que finalice el año 2017 y junto con los tradicionales balances, nos proponemos nuevos desafíos. En este sentido, son miles de personas en nuestro país que durante estas semanas están preparando su ingreso a la educación superior.
Algunos datos que nos dan cuenta de esta realidad, es que la matrícula en educación superior este año, según fuentes del Ministerio de Educación, alcanzó a 1.247.746 estudiantes, incluyendo los niveles de pregrado, posgrado y postítulo, concentrándose mayoritariamente en universidad con 733.603 matriculados, y luego le siguen 377.354 en instituto profesional 136.789 en centro de formación técnica.
Estos antecedentes nos muestran también un crecimiento constante en la matrícula en educación superior durante los últimos 10 años, y que en lo relativo a la distribución por sexo nos señala que en 2017 por ejemplo, las mujeres que ingresaron a educación superior representan el 52% del total de la matrícula.
Todos estos indicadores son una prueba de la relevancia que tiene para las familias y la sociedad chilena en general la educación superior, y las expectativas que se asocian con este tipo de formación, lo que sin duda constituye una gran responsabilidad para las instituciones que se vinculan directa e indirectamente con esta labor
Para hacer frente a esta realidad, las instituciones de educación superior trabajan de manera permanente en el fortalecimiento de sus proyectos educativos, por medio del desarrollo de distintas acciones, entre las que podemos encontrar planes de acción por carrera, escuela y facultades; la autoevaluación constante mediante distintos instrumentos; participación voluntaria en procesos de acreditación institucionales y por carrera. A esto se suma un intenso trabajo en materia de vinculación con el medio, por medio de los centros de atención profesional, la organización de seminarios o la prestación de servicios profesionales y asesorías.
Todo este trabajo, sin duda, permite fortalecer la calidad de la educación superior y abordar de mejor forma las expectativas de los jóvenes y familias que estos últimos meses definirán la institución de educación superior en la cual depositarán su confianza para alcanzar sus sueños de convertirse en profesionales.
Laura Bertolotto Navarrete
Rectora Santo Tomás Valdivia