Juan Carlos Hernández G.
Veintiocho son los socios de la Asociación de Árbitros de Fútbol de Valdivia, pertenecientes a la Federación de Árbitros de Chile y que con singular entusiasmo dirigen semanalmente en las canchas del fútbol amateur, en la Liga Deportiva Costera, Anfur y eventualmente en el Canal Laboral.
Sin embargo, la preocupación semanal ya no abarca solo a su rendimiento de un campo de juego, si no que también se traslada al ámbito de la infraestructura, donde pese a tener una sede social deben convivir con una construcción básica, inhóspita y sin los servicios mínimos para complementar su labor de formación y perfeccionamiento. Es así como el ex presidente de la organización y representante de los "pitos", Pedro Álvarez señala que esperan el apoyo de las autoridades y parlamentarios de la zona para la aprobación de su proyecto de ampliación y mejoramiento de la sede social ubicada en el pasaje 12 N° 570, de la población Calafquén.
Gestiones
El dirigente agrega que en 2004, la municipalidad les entregó el terreno a través de un comodato indefinido y que en 2008 levantaron la estructura básica de la construcción (72 metros cuadrados), la cual solo cuenta con luz eléctrica y carece de agua potable, servicios sanitarios, forro y parte de techo y paredes.
Pedro Álvarez explica que en 2011 y 2013 postularon proyectos al Fondo Social Presidente de la República, pero no han sido seleccionados por "detalles técnicos". Un tercer intento -en agosto de 2015- está pendiente en la Subdere "porque no hay fondos para financiarlo". Es del orden de los 59 millones de pesos, asegura el dirigente.
"En esta instancia es que necesitamos el apoyo de parlamentarios y autoridades, para que nuestro proyecto sea priorizado y nos ayuden a conseguir esos fondos. Somos una institución que presta servicios y colabora con el deporte, por lo que necesitamos prepararnos de la mejor forma, comenzando con un lugar donde reunirnos y capacitarnos, pero que cuente con una habilitación mínima", agrega.
De hecho, cuando hay viento o lluvia no pueden reunirse, porque el agua se filtra por las paredes. Ni hablar del frío, en una estructura con piso de cemento. Mientras tanto, "seguimos a la espera y si no resulta ahora, una próxima opción sería postular a fondos Fril", agrega Pedro Álvarez. Total -remata- la esperanza es lo último que se pierde.