"…las víctimas chilenas también podrían estar dispuestas a revelar estas condenables situaciones…"
— Abraham Santibáñez, periodista — En carta sobre acoso en Chile"Pude constar vinculaciones inapropiadas entre funcionarios del Mop y la empresa Zañartu"
— Ministro Mop Alberto Undurraga — En declaración por Cau CauLos integrantes del Centro Para el Progreso de Osorno, entidad que preside Erich Gantz, emitieron una declaración pública en la que solicitan la creación de la Universidad del Sur, con sede en Osorno y con la anexión de las facultades de Agronomía y Medicina Veterinaria de la Universidad Austral de Chile para esa ciudad.
El trompetista Daniel Lencina fue uno de los músicos invitados que llegó a Valdivia como parte del V Encuentro Internacional de Jazz, organizado por Radio Clásica y que ahora seguirá con funciones en Concepción, Viña del Mar y Santiago. El artista compartió escenario con Cristian Cuturrufo, Juan Gálvez y Juan Cruz Urquiza, entre otros.
El abogado Wladimir Riesco, quien representa a las 17 familias que perdieron a sus seres queridos en la tragedia del Lago Maihue, señaló que la demanda contra el Estado se encuentra "en etapa de prueba". Recordó que la querella criminal fue sobreseida, pues el responsable del accidente fue el patrón David Lara, quien falleció.
La búsqueda de dos personas ha hecho noticia en los últimos días en la región de Los Ríos. Se trata de Regina del Carmen Pichún Puebla, perdida desde el 4 de octubre en San José de la Mariquina y de Sebastián Ignacio Álvarez Bernales, desaparecido desde el 27 de septiembre en el sector de Curiñanco.
La primera es una joven de 32 años, estudiante de Sicopedagogía, madre de tres hijos, cuyo rastro (de acuerdo a la señal de su celular) se perdió en las cercanías de una laguna en Mariquina. Los buzos voluntarios de Mehuín, su familia y las policías han rastreado la zona durante un mes, aún sin resultados. El segundo es un joven santiaguino, también de 32 años, que hace algunos años se hizo conocido en redes sociales como "Mente enferma" por sus polémicos comentarios sobre diversos temas.
Ellos forman parte de una larga lista de personas extraviadas en el país, por las cuales existe actualmente denuncia de "presunta desgracia". Cada año son más de siete mil los casos investigados y, de acuerdo a las estadísticas oficiales, se llega a resultados en un 95% de ellos. Sin embargo hay un promedio cercano a las 400 personas anuales, que no son halladas. Es el grupo en el cual se cuenta a los estudiantes Carlos Millán (perdido en 2007 en Valdivia) y Yordan Fernández (perdido en 1997en La Unión) , en nuestra zona, cuyas búsquedas se encuentran en etapas de "no perseverar". Es decir, solamente se reabrirán cuando un dato amerite nuevas investigaciones.
Si bien no se puede generalizar, de acuerdo a los análisis efectuados a nivel nacional, son múltiples las razones por las cuales una persona desaparece voluntaria o involuntariamente. Los adultos mayores regularmente lo hacen por enfermedades como el alzheimer; los adolescentes, por problemas familiares (embarazo no deseado, entre ellos) y los adultos, por deudas, depresiones y razones familiares. En todos los casos, las primeras 48 horas de búsqueda resultan cruciales. Por lo mismo es tan importante que quienes accedan a informaciones relevantes, las entreguen lo antes posible y en forma responsable, canalizándolas a través de la PDI, Carabineros o las fiscalías locales. Pueden ser de gran ayuda.
Ciencia e industria constituyen una dupla esencial. Sin embargo, hoy en nuestro país la primera es una actividad desvinculada de la segunda, con baja participación del sector privado y prácticamente invisible frente a la sociedad.
Una alianza entre la ciencia y la industria debiera promover, junto al Estado, la generación de ecosistemas adecuados para producir descubrimientos trascendentales en universidades, centros de investigación y empresas. Lamentablemente nuestras políticas públicas no han conseguido incrementar el impacto de la ciencia en la economía, ni fortalecer su integración con las empresas.
Por ello, se requiere un nuevo pacto que permita tanto aumentar emprendimientos de base científica que puedan crear industrias de alta tecnología, como potenciar instrumentos regulatorios que incentiven eficazmente la investigación y la innovación al interior de las empresas. La ciencia está en todo lo que hacemos. ¿Por qué la vamos a separar artificialmente de la economía, de la educación, de la política, si nunca lo ha estado?
Indagando en los orígenes de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa, a propósito del "Premio Andrés Concha Rodríguez" (distinción otorgada por la Sofofa por primera vez este año, en memoria de su ex presidente) que recibí recientemente, descubrí que un físico y discípulo de Ignacio Domeyko, Luis Zegers Recasens, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, fue uno de sus más activos miembros en sus orígenes en 1883, conectando la ciencia con dirigentes sociales, políticos e intelectuales de la época y promoviendo su desarrollo.
¿No debiera ser nuestra propia historia el mejor incentivo para que iniciativas como la creación del nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación garanticen la construcción de puentes efectivos entre la investigación y la industria, así como con los demás ámbitos de interdependencia e influencia de la ciencia?
En este tipo de alianzas nos hemos jugado la identidad del país, y hoy más que nunca es necesario consolidarlas para el futuro.
Andrés Couve Facultad de Medicina y BNI, Universidad de Chile