Inés Villalón Pérez tiene 74 años y es presidenta del Club de Adulto Mayor Cruz Verde, ubicado en la calle Clemente Escobar, en Valdivia. "Estamos por terminar nuestro período de directiva, que empezamos en 2016", explica.
¿Cómo nació su club?
-Hace diez años, los vecinos del sector de los Barrios Bajos de Valdivia, decidimos juntarnos para conversar y realizar alguna actividad. Utilizamos el edificio que pertenecía a la ONG Cruz Verde.
Nosotros tuvimos que esperar un año -en el que nos reuníamos todos los jueves- para poder pasara formar parte de Senama (Servicio Nacional del Adulto Mayor) y de la municipalidad.
Durante ese año, nos juntamos, conversábamos y coordinábamos ciertas cosas, en especial el paseo para fin de año. Hicimos beneficios para tener un poco de dinero. Y ya el 2008, pudimos postular a proyectos.
¿Por qué el nombre?
-Uno de los socios fundadores propuso el nombre, para mantener la tradición y porque nos juntábamos en el edificio de la CruzVerde.
Somos 20 socios que tienen un promedio de edad de 75 años, dos de ellos postrados y a quienes visitamos para ayudarles con remedios, pañales o comida.
¿Qué tipo de actividades realizan?
-Muchas. Tenemos clases de gimnasia, realizadas por una monitora de parte de la Casa del Adulto Mayor de la municipalidad. Incluso hace poco nos presentamos en el Coliseo para mostrar lo que hemos hecho en el año. Mucha gente nos dijo que estuvo muy bonito.
Además hacemos beneficios para tener dinero para los paseos y otras actividades que vayamos a realizar. La semana recién pasada hicimos una venta de empanadas, porque queremos comprar un refrigerador.
¿Han postulado a proyectos de la municipalidad o de Senama?
-Desde que podemos postular, lo hemos hecho. Casi todos los que hemos ganado han sido para hermosear la sede. Al principio cada uno llevaba cosas de su casa, pero con el primer proyecto que ganamos, compramos loza, mesa, y varias cosas más.
Otra vez nos ganamos otro subsidio para mejorar la sede, sin embargo, la cotización la hicimos en Taboada y justo se quemó, entonces no pudimos hacer nada.
Ahora, queremos tener un refrigerador, para poder guardar las cosas frías.
También hemos ganado un paseo a las termas, pero no todos pueden disfrutar por el tema de la presión. Y a fin de año vamos a la Islita, camino a Máfil.
Gracias a todos los proyectos, hemos podido implementar nuestra sede, la cual también prestamos, siempre que las personas se comprometan a entregarlas en la misma condición que se le entregó. De hecho firman un documento, para que después no se hagan los desentendidos.
¿Cómo alguien puede integrar el club?
-En el estatuto, aparece que todos los postulantes tienen que ser avalados por uno de los socios y se les da un tiempo de plazo para que asistan a la reuniones y se muestren interesados. Luego de eso, los inscribimos en el libro.