Ariel Edgardo Álvarez Rey fue durante más de 30 años profesor normalista y director de escuela en Valdivia. En ese período se enamoró de la poesía y tiene más de 6 cuadernos con los cientos de escritos que ha realizado. Además, en mayo del 2016 fue el ganador regional del concurso "Historias de Nuestra Tierra", del ministerio de Agricultura.
"A este concurso, yo no participé, fue una de mis hijas quien me postuló. Lo más chistoso de todo, es que cuando gané, pensé que era una broma de algunos de la Agrupación de Profesores Normalistas jubilados, pero después me di cuenta de que era verdad", dijo.
"Ahora me llena de orgullo que las alumnas de kinder de una de mis hijas, se hayan aprendido este poema de memoria. Ella grabó un video y se veían tan entusiasmadas tan contentas. Eso quiere decir que no son fomes".
Poemas
La faceta de Álvarez como poeta comenzó cuando era profesor del Instituto Salesiano de Valdivia, con los primeros básicos y continuó como director de la Escuela 4 (actual Leonardo Da Vinci).
¿Cómo comenzó a escribir poemas?
-Comencé a escribir poemas en 1978. Los niños son muy inquietos, siempre quieren jugar y correr. Yo, para poder lograr enseñarles, comencé a utilizar los versos, porque me salía más fácil hablarles así.
Les contaba cuentos a los niños haciendo sonar las consonantes y ellos se mantenían entretenidos y aprendían a leer muy rápido.
Una de las técnicas que utilizaba era hablarles a través de situaciones o cosas que ellos conocían, como por ejemplo: una manzana, yo les decía además el color y así ellos iban a prendiendo a leer y escribir.
Me fue tan bien, que el director de la época, me colocó como profesor de primero básico por cuatro años seguidos.
Como profesor normalista, nosotros podíamos elegir una especialidad, y la mía fue Lenguaje.
De ahí me pasaron a quinto y a octavo básico, como profesor de Castellano. Y la poesía , ya más continua, nació por sí sola, porque para mí es como la música, te va dando el ritmo necesario para crear.
¿En qué se inspira?
-Depende, es relativo. Por ejemplo para el poema ganador, me inspíré en el campo, en la tierra en cómo se trabaja en ella. Ahora hace poco escribí otro, relacionado con Valdivia.
La inspiración llega por sí sola. A veces nos pasa sólo con el hecho de conversar con alguien, o cuando vamos caminando o paseando.
¿Qué le gustaría que pasara con sus poemas?
-Yo siempre lo pensé como un legado para mis hijos y mis nietos, pero ahora creo que sería muy bueno poder hacer una antología.
¿Participará en otro concurso?
-Me encantaría. Ahora sé que mis poemas son entretenidos e interesantes. A algunas personas les gustan.