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Con una orden de captura internacional es intensamente buscado -a 15 kilómetros de un paso fronterizo clandestino en Carirriñe- Iván Acuña González (44) el femicida y homicida de Liquiñe, quien escapó en esa dirección la tarde del viernes, en una camioneta que después abandonó.
El fiscal de Panguipulli, a cargo de la investigación, Carlos Bahamondes, señaló que junto a la orden a la Interpol (Policía Internacional), también se alertó a la Gendarmería argentina, ya que se presume que sus intenciones son cruzar la cordillera y refugiarse en alguna localidad cerca de San Martín o Junín de Los Andes.
Dijo que Acuña tiene conocimientos autodidactas de supervivencia en la montaña, lo cual le permitiría mantenerse oculto durante unos días y lograr eventualmente su objetivo, pero manifestó confiar en su captura, para enfrentar a la justicia y una eventual condena de hasta 20 años de cárcel por el doble crimen, perpetrado sobre su ex pareja, Yolanda Jaramillo Maihuel (37), y la pareja de ésta, Segundo Antonio Ortega Leal (40).
Agregó que hay un tío de Ortega que presenció el doble crimen y que es un testigo clave, porque estaba en la casa y lo identifica plenamente, porque lo conocía de antes.
Visores nocturnos
Ayer, patrullas del Gope de Carabineros, con expertos en montaña, buscaban al fugitivo, apoyados con visores nocturnos y térmicos, para su detección y detención.
Hoy comandará directamente el operativo el subprefecto de los servicios de Carabineros, comandante Rodrigo Alvarado, quien tiene amplios conocimientos en este tipo de operaciones y en especial de esa área fronteriza.
Ayer, en el Servicio Medico Legal de Valdivia, los familiares de Jaramillo y Ortega retiraron sus cuerpos y los llevaron a Liquiñe, donde son velados por separado, pero a muy corta distancia. En el doloroso trámite fueron acompañados por Yéssica Salinas y Nicole Etchegaray, del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
El velatorio del hombre se realiza en su misma casa, donde murió por las múltiples heridas cortopunzantes que le propinó Acuña, al atacarlo con un cuchillo. La mujer recibió una profunda herida mortal en el cuello.
Carlos Ortega, uno de los siete hermanos del hombre asesinado, dijo que en vida, "él siempre pidió que cuando muriera lo velaran en su casa".
Los funerales de ambos serán mañana lunes en un horario a confirmar por las familias, que ayer pidieron comprensión para su dolor, excusándose de hacer mayores comentarios.