Han pasado 4 años desde el accidente que dejó en estado vegativo al ex campeón del mundo de F1 Michael Schumacher y hoy muy poco se sabe de su real estado de salud. Su familia optó hace ya un tiempo continuar el tratamiento en su mansión ubicada a orillas del lago Geneva, en Suiza. Y los esfuerzos por tener al ex corredor de Ferrari han sido varios y costosos.
En 2015 la prensa británica revelaba que el tratamiento costaba cerca de 165 mil dólares por semana, por lo que a día de hoy ya llevan gastado más de 26 millones de dólares.
Así es como la familia se las ha arreglado para obtener la gran cantidad de dinero que permite financiar los cuidados y mantenerlo con vida.
Para obtener los millones necesarios, su esposa, Corina Betsch se ha desprendido de varios tesoros familiares. Por ejemplo, vendió una cabaña que tenían en Noruega por casi 3 millones de dólares. El terreno era de 645 m² y disponía de spa, gimnasio, garaje para siete coches y acceso directo a pistas de esquí.
También se desprendieron del Rolls-Royce Phantom coupé que la familia utilizaba para viajar. Sus finas características (un volante recubierto en piel, acabados de madera, un ordenador propio y un sistema de llave inteligente) lo tenían avaluado en 380 mil dólares.
Otro objeto que fue puesto a la venta fue el avión del ex piloto. Un Falcon 2000 EX que había sido adquirido por el alemán y que estaba tasado en 24 millones de dólares.
Con lo anterior, muy poco se sabe hasta ahora, solo que su estado de salud, el que sigue siendo de extremo cuidado según han revelado cercanos.