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Biólogo local firmó carta publicada por científicos para salvar el planeta

CONSERVACIÓN. Advierten que se está llegando a un "punto sin retorno".
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Más de 15 mil científicos de todo el mundo firmaron una carta en la que piden cambios fundamentales en la forma de administrar los recursos del planeta. Su objetivo es evitar una catástrofe medioambiental.

Esta carta fue publicada en la revista BioScience bajo el nombre "Advertencia de los científicos del mundo a la humanidad: Un segundo aviso". Hace 25 años ya habían realizado una primera observación y en ese momento fueron mil 700 los científicos que indicaron que "nos estamos acercando a nuestra autodestrucción".

Lo que manifiestan los investigadores en esta segunda carta -redactada por la Alianza de Científicos Mundiales- es que "estamos por llegar a un punto sin retorno, y lo que estamos haciendo para evitarlo no es suficiente. Ser ecológicamente sustentables ya no puede ser sólo una recomendación, tiene que convertirse en nuestra obligación".

También se indica que el panorama mundial resulta algo desalentador, considerando que las zonas muertas marítimas han aumentado en un 75 por ciento, las emisiones de Co2 han aumentado en un 25 por ciento y el acceso al agua dulce ha disminuido en un 62 por ciento per capita.

A nivel local, uno de los científicos que apoyaron la carta con su firma fue el biólogo y estudiante de doctorado en Ecología y Evolución de la Universidad Austral de Chile, Luis Amador. Aseguró que "lo primero que a uno se le viene a la mente es que el panorama no ha cambiado mucho, incluso después de 25 años la cosa está peor. Entonces, es una buena iniciativa y muy importante, pero yo creo que es necesario hacer algo más para que llegue a la gente que toma las decisiones. Los científicos hacen el trabajo y publican en revistas, pero no son leídas por los líderes políticos que pueden tomar la decisión que influyen sobre el cambio climático".

La carta enumera trece medidas necesarias para salvar el planeta, entre ellas, crear más reservas terrestres y marinas; fortalecer la aplicación de las leyes contra la caza furtiva y ampliar las restricciones al comercio de especies silvestres, entre otras. Sin embargo, destacan algunas áreas en las cuales es posible observar progreso, como la reducción de los productos químicos que dañan la capa de ozono y el aumento de la energía generada con fuentes renovables. Además, hicieron un llamado al resto de la comunidad científica a respaldar el manifiesto.

Desestiman que terremoto de Chiloé sea una réplica del sismo de Valdivia de 1960

CIENCIAS. Experto local indica que se trataría del comienzo de un nuevo ciclo. Estudios dicen que pronto debería producirse un sismo magnitud 8 en la zona.
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Claudia Muñoz David

El 25 de diciembre del año pasado se produjo un terremoto magnitud 7,6 Mw en la comuna de Quellón. Ocurrió a las 11.22 de la mañana a una profundidad de 35,2 kilómetros. Durante las últimas semanas los medios de comunicación han dado a conocer estudios que vinculan este terremoto con el ocurrido en Valdivia en mayo de 1960, que fue magnitud 9,5 Mw .

Por ejemplo, un estudio publicado en la revista científica Geophysical Journal International -desarrollado por Geomar junto con especialistas de la Universidad de Chile- indica que el terremoto de 2016 rompió la misma sección de la zona de subducción que el terremoto de 1960.

Entre sus conclusiones indica que el terremoto de 1960, a pesar de su una fuerza inmensa, debe haber dejado algo de tensión en el subsuelo.

Para los investigadores, la tensión liberada en 2016 correspondería a la que debería haberse acumulado por más de 56 años, por lo tanto, es más antigua que el anterior terremoto ocurrido en la misma zona.

Mientras que otro estudio denominado "El primero desde 1960: un evento grande en el segmento de Valdivia de la zona de subducción chilena, el terremoto de M 7,6 de Melinka de 2016", publicado en la revista científica Earth and Planetary Science Letters, también indica que en el terremoto de 2016 existía un remanente de energía que no había alcanzado a ser liberada. Además destaca que los mega terremotos complejos, como el de 1960, deben ser medidos de una manera diferente.

¿Pudo haber sido el terremoto de 2016 una réplica del de 1960? Daniel Melnick, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral de Chile y líder del Núcleo Milenio Cyclo, dedicado a investigar los mecanismos responsables de los grandes terremotos y los ciclos sísmicos, desestima que lo sea.

Explicó que "existe un período en el cual se acumula estrés, el que puede durar décadas o siglos, y este estrés se libera con un terremoto. Después, durante meses o un par de años, se generan las réplicas. Ellas responden al momento en el que las placas se reacomodan. Luego vuelve a acumularse la energía, la que se libera en otro terremoto, uno nuevo. Ese es el ciclo sísmico". Melnick destacó que se ha monitoreado con GPS que se ha acumulado mucha energía después del terremoto de 1960. "El de Chiloé es un ciclo aparte, no tiene nada que ver con una réplica. Es un ciclo que está empezando, se trata de un nuevo despertar sísmico", aseguró.

Posibilidades de nuevo sismo

Un último estudio desarrollado por científicos de la Universidad Austral de Chile en conjunto con científicos belgas indica que existe una probabilidad de 29,5 por ciento de que un terremoto magnitud 8 se produzca en la región de Los Ríos durante los próximos 50 años. La investigación indica que este tipo de sismos ocurren con una periodicidad de entre 69 y 139 años. Mientras que los magnitud 9, cada 292 0 293 años.