Cristian Muñoz Arriagada, más conocido en el sur de Chile como "El Mago Renato", nació en Rancagua, pero estudió Ingeniería en Administración de Empresas en Santiago. Vivió en Concepción y por su trabajo, fue trasladado a Valdivia, en donde se dedica, los fines de semana, a realizar trucos de magia, para niños, adultos y empresas.

"Me dedico a la magia en forma profesional hace 20 años, aunque tengo mi trabajo estable de lunes a viernes", dijo Muñoz.

¿Cómo comenzó el amor por la magia?

-Cuando era niño, mi papá me incentivó con el tema de la magia, veíamos a los magos en la televisión.

Ya en Santiago, pasé por fuera de una tienda en la cual vendían bromas, máscaras, y trucos de magia. Compré uno, después dos y así, hasta que los compré todos.

Un amigo me vio hacer los trucos en las fiestas y me pidió que hiciera un show a su hijo y después de pensarlo mucho, lo hice y me encantó la cara de los niños sorprendidos por mi espectáculo y decidí ser mago.

Tomé clases con el Mago Larraín, practicando todos los fines de semana.

Hace diez o quince años, no había un boom tan fuerte en relación con las fiestas infantiles. Ahora, hay magos, mimos, pintacaritas, globoflexia y muchas opciones más para los niños. Yo creo que ya hay una industria, que se dedica a realizar eventos todos los fines de semana.

Igual se dedica a lo que estudió y complementa su trabajo con la magia.

-Claro, el hecho de haber estudiado Ingeniería en Administración de Empresas, pude ver la oportunidad de negocios. Y nació el tema de la empresa.

¿Por qué cambiarse el nombre?

-Porque Cristián Muñoz no es un nombre muy llamativo de mago. Además, siempre pensé que cuando tuviera un hijo, le pondría Renato y si fuese mujer Constanza. Hice una mezcla de los dos y quedó como Renato Constanzo.

¿Cuándo es la época en la que lo contratan más?

-Todo el año, pero las fechas que son más fuertes, son para el Día del Niño y diciembre, en la que se celebran las fiestas de fin de año.

¿Cuáles son los servicios que ofrece?

-Siempre se ha visto que los magos son para fiestas de niños, pero no es tan así. Yo tengo rutinas para adultos, en las empresas; magia para despedidas de soltera, que es más picarona; magia promocional, en la cual hago aparecer el producto de la marca con un truco y otra de las opciones con la cual me ha ido bastante bien es con las charlas motivacionales a través de la magia, y a la vez, contar la historia de cómo nos afectó la aparición del Mago Enmascarado (un programa que revelaba los trucos de magia) . Todo esto lo trabajo con una psicóloga, quien me ayuda a poder expresar bien lo que quiero decir.

¿Fue muy complejo para los magos esa situación?

-O sea, para nosotros fue un desastre, porque los secretos de cientos de años, fueron descubiertos al público en un programa de televisión. Muchos de los magos pensamos que nos íbamos a quedar sin trabajo, pero ocurrió lo contrario, porque las personas nos contrataban para ver si podían descubrir nuestros trucos, y a nosotros nos obligó a evolucionar, ponernos creativos y salir de la zona de confort.

¿Qué le recomendaría a alguien que quiere emprender?

-Que si no está contento con su trabajo, o quiere complementar lo que está haciendo ahora, una buena opción es emprender, y ser su propio jefe el fin de semana.

Juan Salazar

Jefe Carrera de Diseño de Videojuegos

IP Sto Tomás

En nuestro país, el medio de las industrias creativas se ha ido desarrollando a través de los años sobre un sistema que se resistió a observarlas como actividades productivas con un aporte al medio social, promoviendo a agentes destacados en un medio que hacía difícil la inserción de nuevos talentos o una diversificación de la oferta cultural en las diferentes regiones.

Sin embargo, en los últimos años, las diversas entidades y programas de gobierno han decantado por darle valor y desarrollar en sus líneas de fomento políticas que sean capaces de reconocer la actividad del creador con sus diferentes enfoques.

En este sentido, los esfuerzos individuales muchas veces resultan insuficientes, ya que cada creación requiere además del talento, tiempo y energías, además de una serie de competencias formales para planificar, presentar y ejecutar sus productos.

Afortunadamente nos encontramos en una nueva era, en donde estos creadores cuentan con herramientas tecnológicas que les permiten asociarse libremente, promover la retroalimentación con sus pares y abrirse a nuevos conocimientos y medios productivos.

Es aquí donde radica la fuerza de los nuevos emprendimientos creativos, en la capacidad flexible con la que cuentan, la nueva perspectiva de trabajo colaborativo donde la competencia no es el fin último de los productores, sino muy por el contrario, confían y ponen sus esfuerzos en un medio prolífero que aporta y promueve beneficios a través del contacto con otros talentos.

En nuestra ciudad se están gestando diversas iniciativas de creadores de juegos e instancias de investigación lúdica, donde educadores, jugadores y emprendedores confluyen, ofreciendo sus capacidades y trabajando con un fin común. Un objetivo que los fortalece como agrupaciones y como personas, generando un nuevo paradigma de emprendimiento, una fuerza creadora que trasciende lo individual y se traduce finalmente en una verdadera identidad regional.