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Banda de Nueva Braunau tuvo aplaudido debut para público local con cuatro presentaciones

PRESENCIA. Grupo sinfónico que dirige el maestro José Luis Torres fue uno de los invitados al 24° Campamento Marqués de Mancera. Tocaron en Niebla y Valdivia.
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A dos años de su creación y luego de varias temporadas tocando en la Región de Los Lagos, la Banda Sinfónica de Nueva Braunau debutó para público local. El elenco de 18 músicos, de entre 12 y 17 años de edad, fue uno de los principales invitados al Campamento Musical Marqués de Mancera, a cuyo programa se sumó con cuatro presentaciones. Bajo la dirección del maestro José Luis Torres, la banda inauguró el certamen en la Plaza de las Banderas y el Gimnasio Municipal de Niebla el domingo y ayer se despidió de Valdivia con conciertos en la Plaza de la República y el Parque Urbano El Bosque.

El paso por la ciudad fue con marchas alemanas y un aplaudido programa de música de película, principalmente con obras del compositor John Williams.

Crecimiento

La banda surgió en el colegio de la localidad de Nueva Braunau, distante a 5 kilómetros de Puerto Varas. Nació por iniciativa conjunta del director José Luis Torres y el clarinetista José Luis Oyarzún. "Esto comenzó como algo pequeño del colegio y pronto tuvimos que ampliarlo a casi toda la comunidad, por el tremendo impacto que comenzó a tener la música en la formación de niños, que en algunos casos están en situación de vulnerabilidad. En general, nos ha ido relativamente bien y siento que por eso es que recibimos la invitación para tocar por primera vez en el campamento. Es algo que nos pone muy felices, ya que además Valdivia es un tremendo referente cultural en el sur del país", dijo Torres. Y Oyarzún, que fue alumno del campamento en 2014, agregó: "Eso me permitió conocer la dinámica de lo que se vive cada año acá y recomendar absolutamente el haber venido, ya que no solo se trata de hacer música, si no que también de generar contactos, conocer otras realidades y seguir creciendo a través de compartir lo que sabemos hacer. La música es algo único, está vinculado muy de cerca con el desarrollo humano y social de cada uno. Entonces, poder compartirla es algo que solo nos puede traer beneficios".

Buena oportunidad

La flautista Krishna Díaz (16) lleva un año y medio en la banda sinfónica y fue parte de los conciertos en Niebla y Valdivia. "Todo esto es una gran experiencia que además podemos compartir entre amigos, siempre pensando en que podemos mejorar lo que sabemos", indicó. Como parte del elenco, también vino a Valdivia la trompetista Sol Palma (15): "Haber podido venir es un logro que se suma a muchas otras cosas bonitas que estamos viviendo en la banda. Aprender música es muy motivante, sobre todo en este grupo que realmente es una tremenda familia. Momentos como estos solo se viven una vez y es bonito poder pasarlos entre amigos y con gente maravillosa, con la que venimos haciendo música durante todo este tiempo".

La Banda Sinfónica de Nueva Braunau viajaba anoche de regreso hacia la Región de Los Lagos.

La música como motor de cambio

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Dir. Campus Mancera

Al igual que la luz de las velas que alumbraban a niños y jóvenes durante sus horas de estudio en la Isla Mancera hace más de dos décadas, la música se ha vuelto un foco que nos sigue guiando. Cuando iniciamos el Campamento Musical tuvimos el secreto anhelo de que en algún momento se volvería un referente nacional.

Todo comenzó con la idea de generar un ambiente de apego a la música lo más aislado posible de diversas atracciones del mundo moderno. Fue volver a lo básico, a lo elemental, y nos sirvió para generar una gran comunidad con integrantes movidos por la música, en un momento histórico en el que Chile comenzaba a impregnarse de los primeros compases del movimiento de orquestas infantiles y juveniles irradiado desde Venezuela.

Este grupo suma ya varias generaciones: quienes antes fueron alumnos, ahora son profesores y llevan consigo el espíritu de unión que genera el campamento, donde cada uno cuenta como elemento primordial de una gran orquesta que cada verano suena fuerte desde Valdivia y su costa, para el resto del mundo.

Para nosotros, la música es integración y motor de cambio. En ella encontramos la justificación perfecta para hacer lo que hacemos y para nunca decaer en el ánimo de sacar adelante este proyecto pese a las adversidades financieras o de infraestructura. Es que nos debemos a un propósito mayor que es generar oportunidades y guiar a quienes construyen sus futuro a través de los acordes. Por ello nos enorgullece haber ayudado a construir puentes para el desarrollo artístico y personal con quienes están privados de libertad y con aquellos que han venido para compartir sus modelos de enseñanza y aprendizaje desde el extranjero.

No apostamos a la excelencia, sino más bien a una educación de calidad y ese es el sello que nos vuelve a distinguir al reunirnos nuevamente para celebrar a la música.

Pablo

Matamala