Frases
"Supongo que mañana (lunes) o a más tardar el martes van a ser anunciados los gobernadores".
Senadora Jacqueline van Rysselberghe
"Esto significa mucho para mí. (….) Muchas gracias a todos los chilenos".
Tenista Nicolás Jarry
"Supongo que mañana (lunes) o a más tardar el martes van a ser anunciados los gobernadores".
Senadora Jacqueline van Rysselberghe
"Esto significa mucho para mí. (….) Muchas gracias a todos los chilenos".
Tenista Nicolás Jarry
Desde algunos años somos testigos de un importante auge de las energías renovables y más recientemente, de una impresionante caída de los precios eléctricos. Sin embargo, esto no nos debería desviar de los esfuerzos por reducir el consumo energético, ya sea primario, térmico o eléctrico.
Al contrario de muchos países OCDE, Chile todavía no ha logrado el desacople energético, y su demanda de energía sigue creciendo de forma correlativa a la curva del crecimiento económico. La reducción de la emisión de gases de efecto invernadero puede resultar solo si se abordan ambos desafíos: la reducción del consumo energético, aprovechando medidas de eficiencia energética y en paralelo, la transformación hacia una matriz de energía sustentable.
La eficiencia energética permite la reducción de emisiones, el aumento de la productividad y un desarrollo más sustentable del país. Por esa razón, la Agenda de Energía del gobierno de Chile, exige mejorar la eficiencia energética de manera significativa hasta el año 2050.
Efectivamente, queda la tarea pendiente para el próximo gobierno de aprovechar el sólido fundamento del programa Energía 2050 - y complementarlo con una ambiciosa y madura ley de eficiencia energética para poder cumplir con sus metas nacionales y compromisos internacionales.
No obstante, no se puede dejar esta tarea únicamente al estado. La industria puede adelantarse y generar enormes ahorros, empezando con medidas que requieren de inversiones menores, como es el caso de la introducción de sistemas de gestión de energía en las empresas. Complementando esto con la optimización y automatización de los procesos productivos, aprovechando sobre todo el potencial de ahorro en el área térmica, significaría un gran paso hacia adelante.
La cogeneración por ejemplo, combina en un solo proceso la producción de calor y de electricidad, aprovechando el calor residual de motores y turbinas para llegar así a grados de eficiencia por sobre el 97%.
En tanto, la automatización busca optimizar procesos, y para esto la medición y el monitoreo de parámetros claves es el primer paso para registrar mejoras de eficiencia energética. El segundo paso consiste en convertir estos datos en información útil e integrándola a los sistemas.
Estos desafíos son de carácter global, y se están enfrentando tanto en Chile como en otros partes del mundo. Es el caso de Alemania, cuya industria de automatización y robótica cuenta con una facturación anual de €12,2 mil millones.
Stefan Fritz Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria A. G.
En el proceso de postulación 1988 a la Universidad Austral de Chile fueron seleccionadas todas las vacantes con cupo completo. Esto según dio a conocer el director de pregrado, doctor German Reinhardt, quien explicó que la Uach tuvo 9 mil 843 postulaciones para sólo mil 072 vacantes, es decir, para cada cupo hubo 9,8 interesados.
Ciento cincuenta unidades telefónicas comenzarán a operar en la comuna de Mariquina, en el curso de los próximo 15 días. Esto corresponde al plan de expansión de líneas de la empresa Telefónica del Sur en el área de Pon Pon y Ciruelos y responde -según la compañía- a la nueva realidad industrial que se vive en aquel sector.
Como exitosa calificó el intendente Iván Flores la última temporada estival en la región de Los Ríos, indicando que en total 510 mil turistas visitaron la zona entre enero y febrero. El mayor incremento se registró en el aeropuerto de Pichoy donde en comparación a 2007, las cifras aumentaron un 75 por ciento, destacó la autoridad.
La Región de Los Ríos, en sus poco más de diez años de existencia, ha hecho algunos esfuerzos por acercar a la gente al elemento que aparte de darle su nombre constituye el factor más característico y potente de su geografía.
Los ríos de este territorio tienen muy pocos equivalentes en todo Chile, por sus paisajes, su valor como vías de transportes, sus torrentes, su componente estético y, especialmente, su riqueza histórica.
Los que cruzan la capital regional y sus alrededores están entre los más fotografiados del país, pero a pesar de que cada año son vistos por miles de personas que llegan a la región en calidad de turistas, todavía tienen mucho más que ofrecer, porque sus tramos navegables no son trabajados de acuerdo a su real potencial.
Sin embargo, por lo menos son conocidos y transitados.
No ocurre lo mismo con el río Bueno, cuya importancia histórica merecería un mayor reconocimiento, porque lleva mucho tiempo en el olvido generalizado, con las excepciones de algunas personas que intentan devolver algo de su antiguo esplendor.
En el puerto de Trumao, a pocos kilómetros del centro de La Unión, estuvo el epicentro de la actividad que posibilitó la llegada de inmigrantes europeos y sus posteriores actividades comerciales e industriales.
En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, cuando todavía no había mejor forma de transporte que el fluvial, porque todavía no se construían las vías férreas ni se hablaba de caminos aptos para las actividades productivas, fue el río el que permitió los traslados de personas, sus mercaderías y sus inquietudes. Luego vinieron los cambios que entregó el progreso y lentamente el tráfico fluvial por el Bueno se redujo. El cuadro negativo se completó cuando el terremoto de 1960 causó el embancamiento de la desembocadura, lo que impide el paso de embarcaciones. Tras eso, el ocaso total.
Hoy, afortunadamente, hay preocupación por ofrecer el Bueno como un buen lugar para el turismo. A no dudar que es un río espectacular, con mucho que entregar a sus visitantes.