Un buen diagnóstico de la situación que vive la música chilena, particularmente la calidad de los compositores jóvenes, efectuó el destacado músico Guillermo Rifo, quien fue uno de los invitados a participar en la vigesimoprimera versión del Encuentro de Música Chilena Contemporánea, que se desarrolló entre el miércoles y el viernes de esta semana en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.
Quien recibiera en 2010 el Premio a la Música Nacional Presidente de la República, en la categoría Música Docta, afirmó que "en nuestros días, hay compositores jóvenes muy buenos, de mucha calidad y parece que tienen una excelente formación. Además de ello, están conectados con la realidad de su entorno y tienen posturas fuertes y válidas. Creo que están preparados para dar mucho más de lo que se espera de ellos".
Profundizó que la preparación tanto de los creadores musicales como de los instrumentistas "es adecuada y buena. No hay que olvidar que estamos en una época de interconexión y de amplia difusión de los conocimientos a través de internet. Hace décadas, conseguir un libro de teoría musical era una verdadera diligencia, en cambio, ahora no tengo más que navegar por la red y puedo encontrar valiosas obras".
En ese sentido, aseguró que "en nuestros días, el viajar a Alemania, a Francia o a Italia es más bien para corroborar lo aprendido y, sobre todo, para entablar contacto con otras personas y enterarse de cómo desarrollan su arte; pero ya no necesariamente como era antes, en que se hacía casi indispensable ir a aprender -por ejemplo- contrapunto".
Panorama laboral
El compositor también analizó las alternativas laborales de los músicos jóvenes, y sostuvo que "en el caso de los instrumentistas, hay futuro siempre. No es un futuro fantástico en el que todos van a trabajar; lamentablemente, la cosa no es así. Pero los mejores, aquéllos que se dedican a hacer bien las cosas, los que son constantes y perseverantes, ésos siempre van a tener las oportunidades. Ya no es como hace décadas, cuando incluso un músico de calidad regular podía trabajar; ahora no, porque el nivel de la formación ha aumentado mucho y los empleadores escogen".
Siguiendo con la idea, recordó que "hace unos 20 años, el Consejo de la Cultura dispuso de un fondo para apoyar a orquestas en las regiones, y así surgieron la Orquesta de Cámara de Valdivia, así como también las de Concepción, Temuco, Talca, Antofagasta, Copiapó y La Serena. Esto ha significado trabajo, pero yo creo que hace falta un apoyo real a las orquestas".
Respaldo de privados
Muy crítico se mostró Guillermo Rifo al analizar el financiamiento de las orquestas en Chile, recalcando que no se puede exigir al Estado "que lo haga todo".
"Cuando digo que falta un apoyo real a las orquestas, me refiero a que una parte de los recursos tiene que provenir del Estado. En eso, estamos de acuerdo; pero el resto se supone que debe salir del mundo privado, porque hoy se entrega esa responsabilidad al mundo público. Es fácil reclamar por la calidad y otros factores, pero ¿qué están haciendo los que reclaman? La verdad es que no están haciendo nada, y considero que los privados tienen que respaldar el trabajo de las orquestas, claro está, si les interesa promover el arte", subrayó.
Objetivo de la música
Consultado acerca de la finalidad que tiene hoy la música, Rifo expresó al respecto que "puede y debiera servir para humanizar a la gente. Vivimos en una época de mucha tecnología y cada vez menor contacto real entre las personas. Un ejemplo de ello, son los celulares: la gente vive para y con el celular, y no conversa. Pareciera que estamos conectados, pero sólo en un mundo virtual y esto nos deshumaniza. La música puede contribuir a proveerle sensaciones, sentimientos a partir de sonidos o también ruidos y silencios, y también a acercar a las personas".
"Este encuentro se está convirtiendo en un importante espacio de análisis, discusión y crítica del arte musical en Chile. No me cabe duda de que seguirá posicionándose".
Guillermo Rifo, Compositor nacional"