Pablo Quintana Villanueva
Entre los temas que se han presentado, analizado y discutido en la Conferencia Conjunta sobre Bosques y Agua -cuya última jornada de charlas y exposiciones será hoy-, están la comprensión y monitoreo de los vínculos existentes entre los recursos forestal e hídrico, con el propósito de efectuar un manejo adecuado y responsable.
Una de las expositoras en la actividad, que se desarrolla en el Edificio Nahmías de la Universidad Austral de Chile, es la oficial forestal Elaine Springgay, del Departamento de Bosques de la FAO, en Roma (Italia). "Una de las cosas que está trabajando nuestra organización es cómo realizar un monitoreo de la interacción entre los bosques y el agua, para poder mejorar la comprensión de esta relación en contextos distintos y, también, saber cómo podemos establecer y manejar políticas", expresó.
En ese contexto, señaló, se concibió la herramienta denominada Blue Targeting, que ya se está aplicando en Suecia, países bálticos y en Brasil, y que fue presentada en la Conferencia Conjunta el martes recién pasado. "La clave de esta herramienta es buscar la ciencia en la práctica. Consiste en una sencilla hoja de papel impresa por ambos lados, en la que se puede ir revisando y marcando algunos criterios de monitoreo, lo que permite calcular las recomendaciones sobre cómo hacer el manejo", explicó.
Blue Targeting, añadió, posibilita que una persona sin conocimientos técnicos o con una comprensión básica de su entorno, obtenga sugerencias para hacer el manejo de los recursos forestales e hídricos. "Esto lo estamos desarrollando tras identificar la situación actual de los bosques y el agua: se ha estimado que los bancos de estos recursos proveen el 75% del acceso al agua potable y son particularmente importantes para entregar agua de buena calidad; y alrededor del 90% de las áreas urbanas reciben una parte de ese recurso desde los bancos", detalló.
Sin embargo, advirtió, sólo el 25% de los bosques son manejados considerando la tierra y/o el agua como objetivos primarios de gestión. "Por esta razón, estamos viendo una gran deforestación con la consecuente degradación del suelo, y esto afecta los procesos hidrológicos. Frente a ello, necesitamos hacer algo para incluir al agua al momento de manejar la tierra", dijo.
Preservar bosques
Para el copresidente de la Conferencia Conjunta, Kevin Bishop, quien es provicecanciller de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, los bosques son ecosistemas de fundamental importancia. "Sin ellos, el paisaje, el entorno funcionaría de forma muy distinta. Baste señalar que la erosión causaría grandes estragos de no ser por los bosques".
Eso no significa, por ejemplo, plantar árboles en zonas más bien desérticas, sino orientar los esfuerzos en otras áreas. "Es necesario enfocarse en los lugares donde había bosques y en otros donde hay más agua, para preservar su manejo. En esto, son relevantes los aportes de los Estados y los científicos, pero también es decisiva la participación de las comunidades, porque son ellas las que vive en los bosques, en las granjas. Son ellas las que deben escucharse para llegar a consensos y alzar la voz", enfatizó.