Claudia Muñoz David
Fieles de once parroquias de la Diócesis de Valdivia se reunieron durante la tarde de ayer en calle Condell para, desde ahí, peregrinar por el centro de la capital de Los Ríos y celebrar el Día de la Inmaculada Concepción. En esta ocasión la fiesta, que fue presidida por el administrador apostólico Gonzalo Espina, incluyó mensajes relacionados con los problemas actuales de la Iglesia y estuvo marcada por la presencia de la Custodia Peregrina, una pieza de metal -donde se coloca la hostia después de ser consagrada- que fue entregada a cada diócesis de Chile para la adoración de los fieles.
La caminata
A las 17 horas comenzaron los cantos. "María, llena de gracia y consuelo...", "Cristo te necesita para amar..." y "Den al Señor sus alabanzas..." sonaron por las calles mientras los peregrinos recorrían primero la Costanera, luego calle García Reyes, después Carlos Anwandter y Camilo Henríquez, para terminar en la Plaza de la República, frente a la Catedral.
Sobre sus caballos, los cuasimodistas fueron los encargados de custodiar la imagen de la Virgen María, la que fue trasladada en una calesa engalanada. El cochero, Rigoberto Utreras de la Parroquia de San Francisco de Asís, aseguró: "Soy del campo, por eso sé conducir una calesa y poder ayudar en esta festividad es algo lindo y emocionante, una muestra de fe".
La Custodia Peregrina fue llevada en andas por fieles de la Parroquia Sagrado Corazón. Thomas Schilling explicó que "es muy importante tratar de mantener la fe entre las personas, lo que va más allá de todos los conflictos que han pasado. Uno lleva a Dios en el corazón, como creyente".
Y entre quienes caminaban, estaba Doris Berrocal, quien hace 40 años pertenece a la Parroquia La Merced. Desde ese tiempo participa en la procesión. "Esto lo hago por fe, pero hay cosas que dan pena. Ahora se ve a mucha menos gente. Antes éramos muchos más para las ceremonias", dijo.
En el balcón de la Catedral de Valdivia, Espina presidió una liturgia de la palabra en la que leyó el Evangelio y entregó un mensaje. En él, indicó que "culminamos el Mes de María, que siempre nos convoca por tantos lugares a recorrer los misterios de su hijo con el resto del Santo Rosario. Todos estos encuentros siempre nos renuevan el corazón, para que no decaiga nuestro amor a Dios y a los hermanos. Todo ello en una año en que hemos estado invitados a ser mejores líderes al estilo de Jesús en un año de dolor y esperanza por la crisis que viene atravesando nuestra iglesia chilena".
Durante el momento de las peticiones, se rogó por los inmigrantes y también por las personas que han vivido abusos. Una de las peticiones fue "por aquellos que han sido víctimas de abusos sexuales por miembros de nuestra Iglesia, para que encuentren entre nosotros principios de reparación". También se pidió "por todos nosotros, para estar siempre atentos y dispuestos a luchar contra toda forma de abuso de poder y autoritarismo. Contra todo tipo de abuso sexual".
El padre Espina destacó que Jesús y María piden más fraternidad. "Nos llaman a formar una familia universal. Una llamada a ser constructores de justicia, paz, fraternidad y solidaridad"
Congreso Eucarístico
Durante esta festividad también se celebró la clausura del Congreso Eucarístico Nacional, conjunto de actividades que fueron desarrolladas desde marzo hasta noviembre de este año, en todo el país, para manifestar la fe cristiana. Y esta clausura estuvo simbolizada por el ingreso de representantes de cada una de las parroquias participantes hasta la Catedral, donde recibieron la bendición sacramental. "Con Jesús Pan de Vida celebramos la alegría de nuestra Fe" fue el lema del Encuentro Decanal.