Alternativas para eventos de verano
Varias comunas han hecho cambios en las tradicionales elecciones de reinas. Paillaco, incluso, generó nuevas propuestas que reemplacen esa actividad. Reina de los Ríos de Valdivia eliminó la presentación de las candidatas en trajes de baño; mientras que en La Unión no se busca a una soberana estival, sino a una pareja...
Interesante de observar es la decisión tomada por la Municipalidad de Paillaco de no realizar más la tradicional elección de reina del verano y cambiar ese festejo por una jornada musical dedicada a los jóvenes, además de actividades recreativas.
Las razones, según explicó la alcaldesa Ramona Reyes (la única mujer al mando de una comuna en Los Ríos), están relacionadas con fomentar un mayor respeto a las mujeres, evitando espacios donde ellas puedan ser consideradas como objetos o donde se use la exaltación de la belleza física como un factor para ahondar en prácticas reñidas con la igualdad. Es decir, se trata de una determinación, en la línea de las reflexiones que se dieron el año pasado a nivel local, nacional y mundial frente a la equidad.
Sin dudas que es también una señal valiente, que se suma a otras dadas en la misma línea en otras comunas. Por ejemplo, el ya centenario certamen Reina de los Ríos de Valdivia eliminó la competencia y presentación de las candidatas en trajes de baño; mientras que en La Unión no se busca a una soberana estival, sino a una pareja que simbolice las inquietudes de los jóvenes de la zona.
La idea, en todos los casos, es dar cuenta de otras miradas a los roles sociales y, desde esa perspectiva, permiten nuevas rutas para educar al respecto y para poner en la discusión pública temas básicos como la prevención de la violencia de género, la participación en igualdad de condiciones, frenar el maltrato en el pololeo, fomentar el autocuidado en materia de sexualidad responsable, o revisar la baja presencia femenina en el medio laboral, entre otros.
Las celebraciones adquieren así un sentido distinto y desde ellas se puede hacer visibles algunas realidades que no siempre se aprecian. Es decir, la idea no es eliminar por capricho o populismo una costumbre festiva, ni negarla como un sello vinculado a períodos de alegría comunitaria compartida, sino abrir puertas desde ella, de manera positiva y propositiva, sin victimización, ni discursos, sino con acciones que enseñen un camino hacia la verdadera valoración de las personas. Todas las personas.