Erradicar campamentos
Los constructores nos hemos propuesto contribuir con la meta del Gobierno de disminuir los campamentos existentes en el país, muestra de ello es que, la Cámara Chilena de la Construcción y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, hemos firmado un convenio de colaboración que permite desarrollar estrategias que permitan dar una solución habitacional efectiva a las familias y además prevenir la instalación de nuevos asentamientos.
Si bien, el convenio será aplicado en las regiones de Antofagasta, Tarapacá, Nuble y Valparaíso, como pilotos, creemos que en nuestra región de Los Ríos se pueden realizar acciones similares, ya que, hemos pasado de 21 campamentos el 2011 a 26 según el catastro del 2018.
Como gremio, se ha trabajado a nivel nacional en una mesa que estableció un diálogo permanente con diversos actores de los sectores público y privado relacionados con esta materia, estimamos que debemos colaborar de manera aún más activa en todo el país dada la dramática realidad que visibilizó el Catastro de Campamentos, elaborado por el Minvu.
Es por eso, que en el marco de este convenio a nivel institucional realizaremos diversas tareas. Una de ellas es, a través de nuestros socios, colaborar en la concreción de los proyectos que defina el Ministerio de Vivienda. En caso de relocalización en terrenos que puedan ser recuperados, la CChC, dentro de sus posibilidades, apoyará la generación y difusión de acciones conducentes a evitar su repoblamiento. Mientras que, en relación con la radicación de campamentos, el gremio colaborará para dar viabilidad a los proyectos.
Otro de los compromisos que asumimos es la creación de instancias de capacitación en materias técnicas específicas. Asimismo, colaboraremos a la digitalización de procesos en proyectos DS 49, tarea comprometida por el Minvu.
A nivel regional nos sumaremos a los lineamientos país para contribuir en bajar estas cifras y aportar desde lo técnico en este tema social que afecta a las familias más vulnerables de nuestra región.
Carlos Salgado Cárdenas Presidente CChC Valdivia
Librería popular
Nadie podría negar que las iniciativas apellidadas como populares, por alcalde Daniel Jadue, han dado mucho que hablar y en este caso podrían dar mucho que leer. Pero ¿cuál es la idea de fomentar la posesión del libro en vez de promover su circulación permanente? No hay que echarse tierra en los ojos para saber que el libro es un animal en extinción, un elemento que junta más polvo que miradas en estos tiempos, un trozo de papel que compite con la vorágine de una pantalla que lo ofrece todo y en tiempo inmediato.
El libro como objeto del deseo está enfermo de valoración. No creo que sea el precio, tampoco le echaría la culpa a los nuevos tiempos y a las transformaciones digitales. Sin redundar en análisis, algo se cortó en los ánimos hacia la lectura.
¿Cómo hacemos para que los niños abran libros en vez de pegarse al celular? ¿Cómo llevamos clubes de lectores a la tercera edad, o cómo instalamos pequeñas bibliotecas en las plazas los fines de semana?
Franco Muzzio Extensión Ac. y Cultural, U.Central
Sobre Venezuela
No se confundan los políticos en relación a la situación que hoy vive Venezuela. El derecho de autodeterminación política es de los venezolanos, y consiste en poder elegir gobierno en elecciones libres, auténticas y secretas; no es el derecho del gobernante para perpetuarse contra la voluntad de los gobernados, ante la impotencia de la comunidad internacional.
Gustavo Farfán Saldaña gustavosaldanak@gmail.com
Madera para casas sociales
Como parte de su política de Integración Social y Territorial, el Gobierno planea construir este año 21 mil viviendas sociales. En ese contexto el ministro Cristián Monckeberg, anunció la construcción del primer edificio de madera para vivienda social en Rancagua.
Este hito marca un antes y después en la construcción que por años ha sido de hormigón armado y acero, materiales que consumen mucha energía al producirlos y que impacta fuertemente en la huella de carbono, algo que no pasa con la madera, y que por el contrario, llega a ser un material innovador y capaz de necesitar menos energía para calentar y enfriar el interior que un edificio de concreto, siendo una alternativa más económica para los meses de invierno y verano para las familias. Y no solo es capaz de ahorrar energía, sino que también tiempo de construcción, reduciendo el período estándar de un año a solo tres meses.
Esta tendencia se ha consolidado en lugares como Japón, Noruega, Canadá y ha llegado a nuestro país para quedarse.
Lo expuesto genera todo un desafío para el país más largo y angosto del mundo, donde a pesar de ser uno de los 10 principales productores de madera, solo un 18% de las viviendas se construyen con ella.
Mario Yáñez Gerente de Ingeniería de Tecno Fast