Claudia Muñoz David

Fue agricultor, trabajó en Indap, fundó el Partido Por la Democracia en Máfil y lideró esa comuna por 12 años. Durante toda la tarde de ayer fueron realizados los funerales del ex alcalde y concejal en ejercicio, Angelino Leal, quien falleció en la madrugada del sábado. Los homenajes fueron variados, comenzaron a las 16 horas y terminaron pasadas las 19.30 horas.

En ellos se trató de realizar todo lo que Leal había solicitado en vida. El padre Patricio Barría fue quien ofició la misa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, al salir hacia el cementerio municipal fue usado un tractor para transportar las flores, al pasar frente al Cuartel General de Bomberos sonaron las sirenas y al llegar al campo santo, cientos de pétalos de rosas fueron arrojados sobre la carroza fúnebre. El ex concejal Eduardo Hunter fue el encargado de dar el primer discurso en su honor en el cementerio, Camila Ebner y Alex Paredes, representantes del Club de Rodeo Los Corraleros de Máfil, bailaron un pie de cueca y Los Hermanos Sánchez de Huichaco interpretaron la ranchera "La venia bendita". Así, entre aplausos y rodeado de amigos, la ciudad lo despidió.

Su legado

Y aunque los mafileños aseguran que existirán muchas razones para recordarlo, una de principales era su interés por dotar a la comuna de villas y viviendas. Durante sus tres períodos como alcalde -los dos primeros entre 1994 y 2000 y el tercero entre 2004 y 2008- fueron construidas más de 600 casas. Durante esos años fueron creadas las villas Padre Hurtado, Mafilita, Los Alcaldes y Los Castaños, entre otras.

El actual alcalde de Máfil, Claudio Sepúlveda, recordó: "Una de las cosas que a Angelino Leal le molestaban era que las personas no tuvieran una vivienda digna. Por eso, en los períodos en los que estuvo logró consolidar muchas poblaciones. Ese es uno de sus grandes legados. Se preocupó de las viviendas y de conectar a la comuna", dijo.

Incluso el diputado Iván Flores, quien además era su amigo, se refirió a su lucha por la construcción de casas para los vecinos. "Cuando lo conocí, a principios de los años '90, yo era jefe de Serplac. A él le preocupaba la erradicación de los campamentos, especialmente del Pampa Muñoz, un hoyo donde las familias vivían en condiciones insalubres. Por las vueltas de la vida me tocó ser jefe del Serviu y lo primero que hicimos fue erradicarlo. Angelino fue un hombre comprometido con aquellas obras que le permitieran a la gente del campo vivir mejor", contó.

Esa historia toca muy de cerca a la actual concejala PPD María Huenchupan, quien durante muchos años fue dirigenta social, especialmente encabezando comités de vivienda. "Recuerdo que con don Angelino y otros vecinos viajábamos seguido hasta Puerto Montt para buscar soluciones habitacionales, cuando se postulaba a las viviendas sociales progresivas. Así se logró crear la Villa Padre Hurtado. Y se llama así gracias a don Angelino, porque él hizo algo muy bonito. En ese entonces a algunas familias les faltaba un poco de ahorro en sus libretas. Sin embargo, para que el proyecto no se cayera, don Angelino fue al BancoEstado de Osorno y depositó de su propio dinero lo que faltaba. Se le colocó Villa Padre Hurtado porque don Angelino repetía las palabras del santo. Me decía: 'Amiga María, hay que dar hasta que duela'. Esa solo fue una de sus buenas obras", aseguró. Fue por lo mismo que el padre Patricio Barría, al decir su prédica durante la misa, indicó que a la lectura de Evangelio del día de ayer debía incluírsele algo. La lectura -que correspondía a San Mateo (25,31-46)- decía: "Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis...". "A eso se le debería agregar: No tenía casa y tú, Angelino, hiciste todo porque la tuviera", exclamó el padre.

En la historia

Adriana Leal, hija del ex alcalde de Máfil, agradeció a todos su presencia en la ceremonia. E indicó: "Mi padre pudo contribuir enormemente al desarrollo de la comuna cuando las cosas se hacían a pulso, son mucho esfuerzo y pocos recursos. Ayudó a muchos agricultores, a familias de escasos recursos y a organizaciones sociales. Sé que mi papá quedará en la historia de esta comuna, pero su mayor tesoro no estuvo en las obras ni en la gestión, sino que en el cariño que logró conquistar en quienes lo conocieron, en la sencillez de su tractor y la bondad de sus palabras".