Industria de la carne: señales que preocupan
Sabemos que el único camino viable para el desarrollo es el encadenamiento o integración vertical
Si bien el consumo de carne de vacuno en Chile ha ido en aumento, el año pasado se consumieron casi 30 kilos por persona, nos gustaría que dicha cifra pudiese ser positiva para todos. Sin embargo, esto está lejos de suceder, pese a los compromisos asumidos por el Ministerio de Agricultura, aún no hemos visto hechos concretos que vayan en apoyo a los productores.
En Chile, el mercado de la carne está dominado por las importadas, liderados por la producción brasileña y paraguaya, las que por su bajo precio han penetrado agresivamente al mercado, lo que ha generado que el consumidor esté siendo "beneficiado" con carnes baratas, pero de dudosa calidad y que no está siendo fiscalizada con las mismas coberturas que tenemos en Chile, que nos asegura su inocuidad y atributos.
Inclusive, la gigante brasileña Minerva, a través de su filiar Athena Foods, está próxima a ser la primera compañía extranjera que viene a buscar capital a Chile a través de su apertura en la Bolsa de Comercio de Santiago. Quizás una buena noticia para el mundo financiero, pero para los productores es quizás una nueva preocupación.
Hace un tiempo toda la cadena de carne en Chile se unió para lograr modificaciones a la actual normativa de tipificación, un hito que da esperanzas para seguir trabajando unidos. Por lo mismo, estamos apoyando las gestiones que están haciendo otros gremios en cuanto a lograr una definición clara de lo que se debe entender por "carne", dejando de lado a los alimentos vegetales que hoy en día buscan denominarse así, generando confusión en el consumidor.
Claramente son avances, pero no suficientes para consolidar la carne nacional y, por ende, a nuestros productores. Es por esto, es que hacemos el llamado a apurar las cosas y saber si existe un compromiso real por parte del Estado. En definitiva, saber si contamos con un plan a largo plazo que levante a toda la industria o bien nos avisen con qué herramientas contamos para enfrentar y avanzar en este camino.
Como gremio sabemos que el único camino viable para el desarrollo es el encadenamiento o integración vertical, pudiendo llegar así a mercados internacionales a través de marcas premium de primera calidad.
En ese punto de vista, vemos con buenos ojos aplicar un modelo de cooperativa a la producción de carnes nacionales, para ello necesitamos un Estado facilitador en la formación de éstas, como la señal concreta que apoye esta anhelada asociatividad.
Víctor Valentin Presidente de Saval FG