Coordinadora Centro CAP Santo Tomás

UEl alza de la población adulta mayor constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores velando tanto por su participación social como por su seguridad.

Este último concepto es importante. Un estudio publicado el 2017 que resume 52 investigaciones de 28 países a nivel mundial plasma que al menos el 15% de las personas mayores manifiesta haber sido maltratada en su entorno comunitario y que en casos de adultos institucionalizados estas cifras lamentablemente aumentan a un 64%.

Ahora bien es importante tener conciencia que la violencia que sufre una persona mayor no es sólo la comúnmente plasmada en las noticias hacia abusos físicos, sino que también existen tristes cifras de abuso sexual, maltrato psicológico o emocional; violencia por razones económicas o materiales (abuso financiero); abandono; negligencia; y menoscabo grave de dignidad y faltas de respeto que aumentan progresivamente en la medida que vamos sumando años.

Es por esto que es ahora cuando debemos aprender que el maltrato de las personas mayores es un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, incluyendo la falta de medidas apropiadas para evitarlo y que se produce mayoritariamente en una relación basada en la confianza.

Solo así entenderíamos que este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos de la cual todos podemos llegar a ser responsables.

Jacqueline Puebla