Hacia la belleza" (Alfaguara, 2019), la más reciente novela del escritor francés David Foenkinos, aborda con soltura y originalidad un tema ya clásico: la belleza del arte y la creación - la belleza como "el mejor recurso contra incertidumbre"-, enfrentada a la dolorosa fealdad del mundo real, que a veces se manifiesta en vejación y brutalidad.
Construida sobre dos historias, que tienen su punto de conexión en la lápida de un cementerio, la obra es protagonizada por Antoine Duris, un profesor de historia del arte, que tras una larga, exitosa y satisfactoria carrera académica da un vuelco radical en su vida, dejando la universidad y su casa para convertirse en guardia de seguridad del Museo de Orsay. El arte sigue presente en su día a día, pero ahora él no es quien abre la puerta a la sabiduría que envuelve el tesoro de lo bello, sino que es un actor secundario o en los márgenes, encargado de proteger las exposiciones y orientar a las hordas de visitantes, indicándoles dónde se encuentran los servicios higiénicos o recordándoles que no deben tocar las pinturas. "Era como una bestia atemorizada, y le parecía que solo la idea de refugiarse en un museo podría salvarlo", describe el narrador, quien esboza la idea de una redención posible a través del ímpetu estético.
Sin dudas un excéntrico, piensa intrigada Mathilde Mattel, directora de recursos humanos, quien le da el trabajo, apremiada por una pronta exposición de Modigliani, promesa de alto flujo de asistentes. La tesis de Antoine fue justamente sobre dicho pintor y se pasa horas frente al retrato de Jeanne Hébuterne. Pero esta misteriosa mudanza en la vida del profesor, separado de su mujer tras una relación de siete años, tiene un detonante muy preciso, que corresponde a la segunda historia que sustenta la novela. Abuso, culpa, silencio y depresión marcan este nuevo hilo. La belleza vislumbrada a través del arte y el acto creativo entregan un poco de luz en estas páginas más sombrías, que terminan por completar el sentido de esta breve e intensa novela.
Daniel
Carrillo