Claudia Muñoz David

El año pasado comenzaron a ser registrados los primeros ataques de lobos marinos a cisnes de cuello negro en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter de Valdivia. Según registros dados a conocer en la última mesa desarrollada para analizar el tema, conformada por especialistas y autoridades de la región de Los Ríos, en 2018 las muertes se empezaron a registrar durante el mes de julio.

En esa oportunidad hubo cinco hallazgos en julio, el peak de muertes se registró en septiembre -con 135- y en diciembre se encontró un ave atacada. En total, fueron detectadas 311 aves muertas. Sin embargo, este año los problemas comenzaron con dos meses de anticipación.

Los vecinos de Punucapa y Quitaqui ya lo habían alertado y los registros levantados por las autoridades regionales lo confirmaron, los ataques de 2019 se iniciaron durante mayo. El informe revelado en la mesa -desarrollada el viernes pasado en la ciudad de Valdivia- indica que en mayo fueron hallados ocho cisnes muertos, en junio 16 y en julio fueron encontrados 108. Hasta la fecha la suma es de 132 aves atacadas por lobos marinos. Los monitoreos son realizados por la Corporación Nacional Forestal, Conaf.

Con respecto a las razones de este adelanto en los ataques, el director regional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca, Leonardo Llanos, expresó que es difícil determinar una explicación específica. "Pueden ser múltiples, pero no son conocidas, ya que tiene relación con procesos naturales que son dinámicos. Podrían ser temas climatológicos o de disponibilidad de alimentos. Lo importante para nosotros es poder identificarlas y para eso vamos a intensificar y fortalecer la medida de seguimiento y control en el humedal", dijo.

Identificación

Llanos explicó que fue determinado el ingreso al Humedal del río Cruces de una embarcación arrendada por Sernapesca. Junto con la coordinación de la Conaf establecerán rutas de monitoreo complementarias, para identificar aquellos lobos que están realizando los ataques. "Haremos un ejercicio similar al desarrollado durante el año pasado. A través de un procedimiento de foto identificación, donde con cámaras de alta resolución estaremos monitoreando -principalmente durante la jornada de la mañana- a los lobos, esperamos poder detectar las características especiales que tienen. A simple vista es muy difícil diferenciarlos, pero con las cámaras específicas podemos ver aquellas marcas que los vuelven singulares", dijo.

Durante la jornada de la tarde harán un seguimiento en la costanera de Valdivia. "Así podremos saber dónde descansan los lobos, en qué tipo de balsas. Con esa información se realizará un análisis de comportamiento de aquellos que potencialmente están generando los ataques. La idea es compartir los datos obtenidos con los académicos y científicos". También se identificarán las zonas en las cuales los cisnes están buscando resguardo. Se espera que la embarcación especial de Sernapesca comience a operar dentro de las próximas dos semanas.

jaulas

También había sido anunciada la instalación de balsas jaula para la detección de los lobos de mar que están desarrollando los ataques. "La instalación dependerá de que existan condiciones climáticas adecuadas y de algunas informaciones técnicas que precisen el actuar. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que era necesario tomar un poco más de prudencia en cuanto a la instalación, esperar un poco", expresó.

El director regional de Sernapesca, Leonardo Llanos, explicó que durante la última reunión de la mesa se analizó que a pesar de los ataques de los lobos marinos a los cisnes que ocurrieron el año pasado, el número de aves presentes en el santuario no fue mermado. (ver recuadro) "Uno también podría proyectar esto para este año, pero es importante analizar lo ocurrido para saber cuánto más podría aumentar el ataque", dijo.