Al Vuelo

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No hay casos con los lobos marinos. Lo único que les falta es que vayan a sentarse en los bancos de la Plaza de la República, porque ya se adueñaron de la costanera y la remodelación del primer sector les vino como anillo al dedo para acomodarse y dormir bien agrupados. Simpáticos, pero a no olvidar que no son animales domésticos.