Equidad de género
En el contexto actual de reivindicaciones de género, la educación superior ha sido escenario de un crecimiento sostenido de la participación de la mujer, observándose actualmente un predominio de ellas en la matrícula de estudiantes, 53%, según el Informe de Matrícula del SIES del año 2019. Sin embargo, esto es un hecho reciente puesto que históricamente en la educación superior se reproducían las desigualdades de género como en muchos otros ámbitos. Cifras del Consejo Nacional de Educación Superior muestran que al año 2005, la matrícula de mujeres era del 48%.
Ciertamente, este rápido crecimiento en la composición del género en la matrícula, se explicaría en parte por el acceso de mujeres adultas a la educación superior, quienes anteriormente no tenían la posibilidad de estudiar. No obstante, con la información pública que reportan los organismos oficiales especializados en cifras de educación superior, es difícil corroborar esta hipótesis puesto a no se pueden realizar comparaciones por género con otras variables.
Es importante que los organismos como SIES Y CNED, publiquen información de género bajo diferentes perspectivas, con el fin de visibilizar la realidad por género y, así, poder trabajar en políticas de equidad. La variable de edad resulta también importante debido a que los estudiantes adultos (en particular las mujeres), a menudo combinan múltiples roles en la familia y el trabajo, lo que implica una dimensión adicional que las instituciones de educación superior debieran considerar.
Cristóbal Castro Director de Análisis Institucional Universidad de Las Américas
Juegos de antaño
Los juegos ayudan a los niños a asimilar la cultura en contexto; adquieren conocimientos, se relacionan con el entorno y con los demás. La generación que viene del siglo XX, donde me incluyo, solíamos jugar a tirar de la cuerda, al caballito de bronce, al emboque, al corre el anillo, al luche, al "ha llegado carta", a la gallinita ciega, al "pillarse", al parir la chancha, a las naciones, a la rayuela, al runrún, a la payaya, al trompo, a encumbrar volantines, a la bolitas, al chiclín, al choclón, a los tres hoyitos, a saltar la cuerdas, a la carrera de caballos, para la cual usábamos palos de escoba, etc.Ahora los niños, al igual que los adultos, usan los videojuegos, que no son ni buenos ni malos en sí, pero se puede convertir en una adicción. En China y Estados Unidos ya hay clínicas de desintoxicación donde se internan a estas personas para mejorarse de esta manía.
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleuxpd@gmail.com
Educación Parvularia
Creo que en la formación de las educadoras de párvulos faltan contenidos referentes al del desarrollo del lenguaje en la edad preescolar.
Siendo de alta importancia la adquisición y desarrollo del lenguaje en el niño(a) pequeño(a) para la socialización y los aprendizajes escolares, los planes de estudios no incluyen contenidos relevantes. Más aún cuando existe hoy una disciplina exclusiva (psicolingüística del desarrollo) que estudia el desarrollo comunicativo en la infancia. En tiempos de bilingüismo ¿no debiera ocupar un lugar importante en la formación?
Es verdad que niños(as) no nacen hablando. Adquieren o aprenden su lengua desde el mismo instante del nacimiento, conocido hoy como "comunicación pre-natal". ¿Cómo ocurre el desarrollo lingüístico? ¿Por qué etapas pasan a medida que entienden a los demás, se dan a entender en tránsito hacia el aprendizaje de la lectura y escritura? ¿Cómo llegan a dominar las destrezas verbales necesarias para el desarrollo de la oralidad? Si miramos el campo de las ciencias del lenguaje nos encontramos con saberes y conocimientos que emanan desde la psicolingüística y ciencias cognitivas, que debieran estar en la formación de las educadoras, porque el lenguaje es muy importante. Ya lo reconocen así las cosmovisiones de muchos pueblos originarios. Para varios el lenguaje es una "fuente principal de vida", y, también del "poder". Así no más, en algunas culturas de África al recién nacido(a) se le llama "kintu" o cosa, no es todavía "montu" o persona; solo el acto de hablar lo hace persona. Somos humanos porque adquirimos una lengua. ¡Somos como hablamos! ¡Qui aures audienti, audit!
Omer Silva Villena osilvaville@gmail.com
Orden de los factores
Más allá del debate respecto de la conveniencia o no de rebajar la jornada laboral a 41 o 40 horas y cuánto incidiría en la productividad, conviene abrir la discusión para dejar de centrarnos en el trabajador como el único responsable de este indicador que, además, es tan esquivo para Chile.
La productividad es una consecuencia de varios factores y no solo de las personas, como se ha señalado en algunas oportunidades. Es lo que se conoce en economía, como la Productividad Total de Factores que incluye las mejoras o innovaciones tecnológicas, la eficiencia y, por cierto, la calidad de la mano de obra. Diferente es hablar de productividad solo como la mera relación entre insumo y producto final.
Catalina Maluk Abusleme Esc. Economía, Universidad Central