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Cinco medidas urgentes para las ciclovías en Valdivia

Ciclistas. Los académicos de la Uach y miembros de las agrupaciones valdivianas Masacrítica y EnBicCia2, Otto Lürs y Yanko González, entregaron una propuesta para dos iniciativas de ejecución de ciclovías en Valdivia: el eje Pedro Aguirre Cerda (Mop) y otra proyectada por el Minvu en Arica-Angachilla. Aquí se exponen algunas de sus ideas, para ayudar en la toma de decisiones.
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En la Avenida Pedro Aguirre Cerda de Valdivia se construye la última etapa de un proyecto vial, que incluía ciclovías. Sin embargo, a juicio de quienes usan bicicletas como medio de transporte, la obra no cumple con las características técnicas necesarias, ni tampoco responde a un "Plan Maestro de Cicloinclusión". Sólo se trataría de una "acera ancha", en ningún caso óptima para ser compartida por peatones y ciclistas.

Considerando lo anterior, los académicos de la Uach Otto Lührs y Yanko González, proponen algunos cambios que se podrían aplicar rápidamente para mejorar esa obra.

A juicio de los profesores, miembros además de los colectivos Masacrítica y EnBICIa2, el problema estructural de este proyecto vial es el dimensionamiento.

"La acera está mal mesurada y provoca un efecto nocivo desde el punto de la seguridad y transitabilidad para peatones y ciclistas. Ello se agrava, además, debido a que el "trozo" de acera destinado a la circulación de bicicletas es bidireccional y en él mismo se emplazan, interrumpiendo la circulación, diversas señaléticas".

Además del dimensionamiento básico, identifican graves problemas en la velocidad de diseño; radios de volteo, sobreanchos; peraltes; perfiles longitudinales; distancia de visibilidad; diseño de intersecciones; tipos de pavimentos; acabados; reductores de velocidad motorizada; señalización; demarcación; ubicación de señales; semaforización; diseño urbanístico y paisajístico; iluminación; estacionamientos; elementos de protección, entre otras.

Según señalan, es posible tomar algunas medidas paliativas, antes de la entrega de la obra. Una de ellas es usar demarcación de ciclovías centrada en el color del pavimento de todo el espacio y trayecto destinado al ciclista (incluyendo cruces).

"En cuanto a la señalización, además de los avisos informativos a lo largo de la obra, se requiere señalización preventiva, tanto en postes como en suelo. Pero debe estar emplazada cuidando la altura y evitando daños a los mismos ciclistas".

Cruces y paraderos

Según González y Lührs, uno de los problemas críticos de la obra es la seguridad en la interacción entre vehículos motorizados, peatones y ciclistas. "La falta de rebajes de las aceras en los cruces agrega un obstáculo mayor a la circulación de ciclistas. Sin embargo, la sola construcción de rebajes no soluciona el grave problema de seguridad", señalan.

Por ello proponen como medida paliativa estructural elevar la calzada a la altura de la acera en cada cruce, de tal manera que sea el vehículo motorizado el que atraviese -elevándose- la zona del ciclista y peatón y no a la inversa.

Además proponen que el diseño de los paraderos, que usan los peatones para esperar la locomoción colectiva, considere el paso de ciclistas, para evitar molestias es horarios de alto tránsito.

Tramo sin ciclovía

Los académicos llaman la atención respecto del tramo Los Maitenes - Unimarc, pues "dentro del abanico de posibilidades categoriales que una vía urbana puede tener, sería una vía de segregación absoluta entre motorizados (en calzada) y no motorizados (en acera)". Sin embargo, en el tramo Unimarc-Puente CalleCalle no hay una ciclovía claramente demarcada, lo cual obligaría a compartir la acera con los peatones o la calzada con los motorizados.

"La alternativa paliativa propuesta mientras se implemente una solución definitiva (tanto de diseño como de mecanismos de análisis y decisión), es declarar ese tramo Z30, mediante señalética, adecuaciones de diseño realentizadores y demarcado preventivo".

Otra idea propuesta es crear biciestacionamientos en lugares de mayor afluencia de público, como el consultorio del sector.

Circunvalación-Guacamayo

Otra obra que inquieta a los académicos es la construcción de las nuevas rutas Circunvalación-Guacamayo, en la cual podría aplicarse medidas modelo para incentivar el uso de bicicletas. "Por la envergadura de la obra (financiamiento, proyección, disponibilidad de intervención espacial), es del todo factible realizar aquí lo que no se realizó en la Av. Pedro Aguirre Cerda. Para ello es fundamental operar con visión de futuro en base a la nueva normativa de Movilidad Urbana, que modificará la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones".

Respecto de esta obra, las sugerencias están relacionadas con las dimensiones de la faja proyectada de ciclovía.

En este caso también se trata de una vía bidireccional y actualmente está proyectada en un ancho de 2,2 metros; pero debería ser de 2,5 metros.

"Los manubrios son la parte más ancha de la bicicleta, los más comunes en bicicletas de ciudad son de 0.60 m. de ancho, a esto debe incrementarse 0.20 m. a cada lado para el movimiento de brazos y piernas.

En condiciones normales un ciclista en movimiento necesita un ancho de 1 m. para poder mantener el equilibrio durante el manejo con una velocidad baja o a través de cruces. Sin embargo, hay que tener en cuenta los resguardos necesarios para la ejecución de las posibles maniobras que éste pueda realizar, tales como movimientos evasivos durante la circulación frente a circunstancias en marcha, siendo necesario por ello un espacio adicional de 0.25 m. a cada lado, lo que hace un total mínimo de 1.50 m", indican los académicos.

Respecto del trazado de la ciclovía, su sugerencia es que exista un área verde entre la calzada y la ciclovía, para dar mayor seguridad a los ciclistas.

"Por lo mismo, la franja verde contemplada entre la ciclovía y la acera, debe emplazarse entre la calzada (zona de parada) y la ciclovía. Ello asegura un buffer de seguridad (espacial y acústico) y agrega un valor estético-paisajístico a la obra. Importante es señalar que la vegetación arbórea no intervenga en la circulación ciclista (ramas). La demarcación entre ciclovía y acera debe realizarse según estándares internacionales".

Por las características del emplazamiento de esta ciclovía, sugieren implementar también una iluminación adecuada. Ella es el principal factor de seguridad para que los ciclistas puedan usar las ciclovías en ausencia de la luz solar.

"La iluminación permite al ciclista ver la dirección de la ciclovías, las condiciones de la superficie y los obstáculos y garantizar la percepción adecuada de la vía y sus límites. Además, identificar la señalización, asegurar la percepción del ciclista por parte del resto de usuarios de la vía y proporcionar un grado de seguridad ciudadana adecuada y transmitir esta sensación de seguridad".

Cruces y reductores

Por el tipo de calzada con la que deberá convivir este proyecto de ciclovía (destinada al transporte forestal, entre otros), es muy importante contar con un planeamiento de seguridad vial "integral" que focalice los puntos críticos de intersección entre vehículos motorizados, peatones y ciclistas.

A juicio de Lührs y González, cuatro de ellas aparecen como fundamentales: Las que se proyectan hacia calzada Las Mulatas; futura calzada Av. Simpson, Angachilla y cruce con Av. Luis Damann.

"Para ello, pueden emplearse reductores de velocidad y diversas señaléticas".

También en esta vía se requiere la creación de estacionamientos en lugares específicos que brinden la seguridad contra robos, choques o golpes por parte de vehículos motorizados.

"Los estacionamientos de bicicletas en lugares públicos y privados incrementan el número de usuarios habituales; a la vez que atrae a nuevos usuarios, los cuales probablemente no lo hacían por el temor al robo de su bicicleta", afirman.

Por lo anterior, sugieren la incorporación de al menos 2 bici-estacionamientos en el trayecto cercano a las paradas de autobuses y jardín infantil. Lo óptimo sería la implementación o habilitación de una mini plaza de descanso para peatones y ciclistas.