Niños saltaron por una ventana para salvarse
Destrucción. Incendio de madrugada en Niebla sorprendió a dos hermanos, mientras padres viajaban desde Santiago.
Dos hermanos de 16 y 9 años de edad, debieron lanzarse por la ventana del segundo piso, para escapar del incendio que consumió su casa en Niebla, ayer a las 2.40 horas de la madrugada.
El fuego se produjo debido a la inflamación de una estufa combustión lenta y consumió por completo la vivienda de la familia Troncoso Ochoa, signada con el número 1180 de la calle Del Castillo.
Bomberos de la Primera Compañía "Germania" de isla Teja y la Décima de Niebla acudieron a la emergencia.
LLAMADO
Cuando se produjo el siniestro, los dueños de casa Luis Troncoso Muñoz (conductor de la empresa Turbus) y su esposa Juana Ochoa, viajaban en su vehículo particular desde Santiago a Niebla. Estaban cerca de Lanco cuando recibieron el desesperado llamado telefónico su hijo mayor, para avisarles lo ocurrido.
Troncoso manifestó que fue una llamada terrible al enterarse que su casa se quemaba. "Aceleré el vehículo, pero después al enterarme que mis hijos estaban a salvo, nos resignamos con mi esposa y pensamos que nada sacábamos con correr porque incluso nos podía pasar algo a nosotros".
Cuando el matrimonio llegó a su domicilio encontró a los niños, Camilo y Catalina, a salvo, pero su vivienda se perdió por completo.
El fuego arrasó por dentro la casa, forrada en planchas de zinc, sin dejar opción a rescatar, muebles, enseres y ropas. Ambos niños escaparon en su arriesgada acción de saltar desde unos cinco metros de altura, con las vestimentas que dormían en ese instante.
VÓMITOS
VÓMITOS
Camilo relató que se despertaron vomitando, por los efectos del humo que invadió sus dormitorios en el segundo piso. Al darse cuenta que el fuego avanzaba destruyendo todo, decidió romper la ventana, lanzar un colchón al patio y ayudar a su hermanita, dejándola caer lo más suave que pudo.
Luego se lanzó él y entonces llamó por celular a sus padres.
Desolación
Ayer en el lugar, el panorama era desolador con un saldo en daños que los afectados avaluaron en aproximadamente 8 millones en pérdidas.
"Vamos a demoler lo que quedó de la casa con el apoyo municipal que nos ofrecieron y luego a nacer de nuevo. A reconstruir lo que hace diez años ya habíamos hecho con mi familia", dijo Luis Troncoso.
No salvaron ni los cuadernos
Camilo, estudiante del tercero medio del Liceo Industrial y Catalina, de la escuela de Niebla, perdieron hasta sus cuadernos y útiles escolares. Sin embargo, ayer ya se observaba la solidaridad de sus compañeros de colegio, muchos de los cuales llegaron con las primeras ayudas. La familia Troncoso Ochoa, no salvó nada, pero dentro de la desgracia, estaba la resignación de "que nada le pasó a los niños y que tenemos la voluntad de comenzar de nuevo a levantar nuestra casa", comentó el padre de los menores.