Estimulación cognitiva es primordial
Es importante entender el concepto de envejecer como un proceso de vida con cambios de carácter biopsicosociales que se producen por el paso de nuestros años y que conllevan asumir cambios y nuevos desafíos. Todo con un claro objetivo: contar con una mejor calidad de vida en la adultez. Se debe entonces estar al tanto de los cambios cognitivos que pueden presentar nuestros adultos mayores, especialmente quienes son mayores de 60 años, pues la edad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas como, por ejemplo, la demencia tipo alzheimer.
De hecho, la demencia se define como un síndrome adquirido, caracterizado por una declinación progresiva del funcionamiento cerebral, que se manifiesta por deterioro intelectual, alteraciones de la conducta, el humor y la personalidad. Para establecer su diagnóstico, dichas transformaciones deben interferir con la funcionalidad en todas las áreas del desempeño cotidiano. Por lo tanto, para minimizar los riesgos de padecer este tipo de enfermedades se recomienda, desde temprana edad, realizar y fomentar el ejercicio de actividades mentales, ya que retrasan el declive funcional, la pérdida de memoria, combaten el estrés y previenen la depresión, evitando la desconexión del entorno y fortaleciendo las relaciones sociales. Son antioxidantes naturales.
Se sugiere fomentar la lectura de textos, juegos de palabras, ordenación de recuerdos, comentarios de la actualidad, recuerdos de la vida, puzzles de letras, crucigramas, identificación de formas, suma de dados y reconocimientos de objetos, entre otros.