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Cartas al Director

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Bandera

Lamentablemente, el Presidente Piñera ha defendido enérgicamente la instalación de la bandera del bicentenario en el helipuerto de la costanera de Valdivia. Ello sólo demuestra indolencia y falta de respeto hacia nuestra ciudad, que se verá irremediablemente dañada con la instalación de esta megaestructura, agresiva y estéticamente deplorable. Quienes hayan visitado Santiago habrán visto las dimensiones monumentales de la bandera que está en la Alameda, la cual se pretende replicar en nuestra costanera. No se trata de falta de respeto o cariño por los símbolos patrios, ni menos por nuestro país. Justamente lo contrario, se trata de evitar que ellos se banalicen y más aún, se nos impongan groseramente. Espero que las autoridades de la ciudad se mantengan firmes en su oposición a la instalación de la bandera en la costanera. Y por cierto, que falta de respeto destinar $500 millones de pesos a un proyecto que sólo refleja un gran egocentrismo.

Rodrigo Momberg Abogado. Profesor Uach

Testimonio

Con grata sorpresa recibí tempranamente el domingo llamados telefónicos de amigos desde Valdivia por la publicación del relato y los dibujos relacionado con los hechos acaecidos en la UTE Valdivia el 11 septiembre de 1973 y días posteriores, incluidos en una sección especial.

Está muy bien presentada y ordenado el relato,destacando la foto de mi nieto, de la cual Ud. precisamente asocia como el hijo de mi primera hija,(imaginado en el trayecto del bus ) hecho que no le aclaré al enviarle las fotos, dándole un gran acierto emotivo.

Me permito comentarle comprender la reducción de textos por problemas de espacio, aunque ello signifique diluir algunas ideas o sentimientos.

Este pequeño comentario, se suma a mi sincero agradecimiento a su gestión

Jaime Imilan Álvarez

Bandera II

El año pasado, se comunicó a la ciudadanía respecto de la instalación de una bandera de proporciones gigantescas en el sector helipuerto de Valdivia, para conmemorar los 200 años de nuestra independencia nacional, la cual se financiaría con fondos del nivel central, con un costo aproximado a los 500 millones de pesos.

Hice ver mi punto de vista, manifestando que si bien es cierto la iniciativa de conmemorar con una obra estos 200 años, resulta positiva y más aún si los dineros no salen de los fondos regionales, corresponde a la región determinar la obra y ubicación en que se gastarían estos fondos, dando así un sello regional y participativo a esta conmemoración.

Ahora que se vuelve a insistir con la instalación de la bandera y uno de los argumentos que se esgrimen para aceptar lo que se determina en Santiago, es que es un "regalo", olvidando que la obra se financiará con fondos públicos y no de privados, y aun cuando su uso está entregado a autoridades específicas.

Si existiere un real ánimo de dar participación a las regiones en asuntos que le son propios, no se impondría estos "regalos", del modo como se pretende hacer con la bandera.

Por mi parte, hice ver el año pasado mi opinión de cómo invertir estos dineros, repartiéndolo en las capitales provinciales de nuestra región, es decir, en Valdivia y en La Unión.

Juan Carlos Vidal Etcheverry Consejero Regional

Pastoral de Derechos Humanos

En ese te día, permítame recordar a monseñor Alejandro Jiménez, obispo de Valdivia, quien trabajó por los Derechos Humanos.

Tomó posesión de la Diócesis de Valdivia el 6 de enero de 1984 y el 23 de abril de ese año creó la Pastoral de los Derechos Humanos, a la cual cientos de personas concurrieron a exponer sus situaciones y solicitar apoyo humanitario.

Meses antes del plebiscito 1988, ante una serie de detenciones de muchos partidarios del No, apelando a los abogados colaboradores, Pastoral DD.HH. tuvo que intervenir en las defensas. Como obispo debió enfrentar situaciones dolorosas y traumáticas. Entre ellas la muerte de tres jóvenes el 23-8-84, en el puente Estancilla y en calle Rubén Darío (Rogelio Tapia, Raúl Barrientos y Juan José Boncompte). Su voz, cartas, visitando a los detenidos en la cárcel y conferencias de prensa fueron conocidas.

El 15-7-88, la sede de la Pastoral DD.HH. estaba llena de estudiantes universitarios, que se refugiaron para eludir la represión; pero una bomba lacrimógena fue arrojada al interior de oficina.

En una declaración pública el 29 de septiembre de 1988 señaló:"toda la vida humana representa el mayor valor, nada justifica poner en peligro la vida de ninguna persona".

El 25 de junio de 1990 la Pastoral interpuso una querella en juzgado de Los Lagos por los 18 campesinos asesinados el 9 de octubre de 1973, en el sector cordillerano de Chihuío.

Don Alejandro, le extendió la mano al afligido, dio protección al perseguido, como Buen Samaritano se preocupó por las familias afectadas en su dignidad.

Ante hechos dolorosos expresaba: "la verdad hay que decirla sobre lo que ha pasado. La verdad que es lo único que nos permite ser libres y nos permite cicatrizar heridas".

Derico Cofré Catril