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Advierten peligros por consumo de alimentos con metales pesados

estudio. Ingeniera en alimentos de la Universidad Austral concluye que el consumo de bebidas no alcohólicas, pan y vegetales es potencialmente el más peligroso en el tiempo, por los niveles de arsénico inorgánico que presentan.
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La contaminación por presencia de metales pesados (arsénico, mercurio) a la cual pueden ser sometidos los alimentos que consumimos en la vida diaria -ya sea por características naturales (terreno, agua) o por la presencia de pesticidas, por ejemplo- se transforma en un riesgo para la salud humana.

Según asegura la ingeniera en alimentos Loreana Moreno Beneventi, "si bien las ingestas de arsénico y mercurio en Valdivia se encuentran muy por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, existen alimentos que presentan prácticamente el 100% de la especie química más tóxica o dañina para nuestra salud (arsénico inorgánico) y ese factor ligado al de un alto consumo del alimento, más los efectos acumulativos y a largo plazo de los metales pesados resultan ser preocupantes".

En esta parte, alude directamente a los grupos de las bebidas no alcohólicas, el pan y los vegetales, como los de mayor riesgo para el consumo, cuando se piensa en los efectos a largo plazo.

Esto porque, coincidentemente, estos tres grupos son los de mayor consumo en Valdivia. Por ejemplo, según su estudio, las bebidas no alcohólicas representan el 28.36% de la dieta total de la población, el grupo del pan tiene un 12.84% y el de los vegetales un 12.7%.

ESTUDIO

Loreana Moreno -quien se desempeña como jefa de calidad de alimentos de Cecinas Schwenke y se tituló en la Universidad Austral- realizó un estudio comparativo del consumo de alimentos, concentraciones e ingestas diarias de arsénico total, arsénico inorgánico y mercurio en la dieta total de los habitantes de Chillán y Valdivia, a través del cual pudo establecer cuáles son los alimentos más consumidos en ambas poblaciones.

Así, pudo identificar cuáles son los grupos de alimentos que presentan los mayores contenidos de estos metales y determinar el cumplimiento de los datos de su ingesta con el valor de referencia (ISTP) propuesto por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para ello, realizó un estudio de dieta total, basado en una encuesta recordatoria de 24 horas, la que mostró más de 270 alimentos.

METALES

La profesional explica que entre los tóxicos a los cuales están expuestas las personas "destacan los metales pesados, elementos químicos ampliamente distribuidos en la naturaleza, tanto en suelo como en agua, y en la mayoría de los tejidos animales y vegetales".

En este sentido, los mayores niveles de arsénico total encontrados están en el grupo de los pescados y mariscos, con 1.8 milígramos/gramo en Valdivia y 1.5 milígramos/gramo en Chillán.

También, el grupo que presentó los mayores niveles de mercurio fue el de pescados y mariscos (0.02 milígramos/gramo en ambas ciudades).

Luego, en el caso del arsénico inorgánico, la ingesta en Valdivia representó el 13.9% y en Chillán el 10.4% de la Ingesta Tolerable Provisional (ISTP), por lo que se concluye que la ingesta de arsénico, proveniente del consumo de alimentos, tampoco representa riesgo para la salud.

En el caso del mercurio, la ingesta de Chillán representó el 31.1% del ISTP y en Valdivia el 11,8% del ISTP, por lo que el estudio concluye que la ingesta de mercurio, proveniente del consumo de alimentos, tampoco es riesgosa para la salud.

MÁS DATOS

Otros datos del estudio de la profesional valdiviana señalan que en ambas poblaciones (Valdivia y Chillán), "pescados y mariscos son los que presentan los mayores niveles de arsénico total; sin embargo, la concentración de arsénico inorgánico es baja, por lo tanto su consumo no resulta riesgoso para la salud".

En el caso de la ingesta de mercurio, el grupo alimenticio que más contribuye es el de las bebidas no alcohólicas, con un consumo de 1.13 milígramod/día en Valdivia y 3.72 milígramo/día en Chillán).

También destaca la ingesta de mercurio a través del grupo pan, con un (0,98 milígramos/día en Valdivia y 2.44 milígramos/día en Chillán).

ATENCIÓN

La profesional Loreana Moreno explicó que todos los resultados de su estudio corresponden a una dieta promedio de alimentos y que los valores están bajo la normativa de la FAO y la OMS.

Sin embargo, existe un aspecto preocupante relacionado con las diferentes costumbres culinarias del país. "Por ejemplo, llama la atención que el grupo de las papas tenga un alto porcentaje de arsénico inorgánico, que es el tóxico y uno de los grupos más consumidos en Valdivia. Pero, ¿qué pasa en Chiloé, donde la dieta se basa en el consumo de papas?".

Y de paso, destaca que existe un vacío legal respecto a la presencia de metales pesados en los alimentos: "El reglamento sanitario no se pronuncia respecto a los contenidos químicos más dañinos, ni sus límites de ingesta. Solo habla de un límite de concentración y así no se le puede exigir a las empresas o plantas elaboradoras que velen por las concentraciones. Este es un llamado de alerta para las autoridades sanitarias".

"Faltan profesores que estén interesados en acercar la ciencia a sus estudiantes"

Conicyt. Desde la enseñanza básica ha estado vinculada al programa. Participó en los congresos y fue monitora.
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Una vida académica ligada al programa Explora Conicyt en la Región de Los Ríos. Valeria Amanda Ochoa Hinrichsen (25) realizó sus estudios básicos y medios en el Instituto Inmaculada Concepción de Valdivia.

En dicho establecimiento tuvo sus primeros acercamientos al programa, al participar en varias actividades, ferias y congresos. En 2006 ingresó a la carrera de Licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad Austral de Chile (Uach) y en 2010 se tituló. Durante su etapa universitaria trabajó como monitora de Explora.

Al año siguiente ingresó al magíster en Ciencias, mención recursos hídricos en la Uach y actualmente se encuentra terminando su expediente de titulación. Su vinculación con el programa y su interés de difundir la ciencia entre los escolares hizo que en junio de 2013 ingresara a Explora como coordinadora de planificación y ejecución.

Profesora

Profesora

¿Desde tu etapa escolar has estado relacionada con la ciencia?

-Sí, desde la enseñanza básica participando en las ferias escolares de Explora. Estas instancias tenían otra dinámica, ya que se realizaban en los galpones del parque Saval ya que no existía el centro de ferias. Era todo más rústico, totalmente distinto a como se organizan las ferias escolares. Hay más recursos y producción.

¿Una profesora te invitó a participar?

-Así es. Partí en las actividades de Explora cuando yo cursaba sexto básico. Empecé a ir a la ferias, al trabajo de las profesoras María Antonieta Barochi y Rosa Jara. Esta última fue la que más me incentivó a participar en temas científicos ya que me hizo clases en la enseñanza media. Esta profesora tuvo un carisma único para incentivar a sus alumnos para que se acerquen a la ciencia y presenten proyectos. También detectaba a los alumnos que tenían más interés en el tema y los instaba participar de acuerdo a sus intereses o inquietudes.

Me acuerdo que en 2001 presentamos un proyecto relacionado con la energía eólica pues era un año dedicado a la innovación en energía. Recuerdo que me preparé seriamente ya que tuvimos que elaborar el proyecto y ya en la feria exponerlo y responder las dudas de los evaluadores. También mi colegio, que siempre se ha destacado en las ferias de Explora, presentó una obra de teatro relacionada con el aparato respiratorio. Se hacían hasta dinámicas que considero que enriquecían la feria. Sin duda, fue una experiencia importante que me motivó en la enseñanza media a seguir participando en las actividades de Explora.

¿Toda esta experiencia te motivó ingresar a una carrera relacionada con la ciencia en la universidad?

-Sí, totalmente. No obstante, mi ingreso igual es irónico ya que no sabía qué quería hacer en la vida. Incluso consideré tomarme un año sabático. La verdad, siempre supe que el lado científico era mi fuerte, en comparación al área de las ingenierías o las humanidades. Quise estudiar medicina, pero lamentablemente no quedé. Mi segunda opción fue licenciatura en Ciencias Biológicas donde quedé como primera en la lista. Esto lo interpreté como una señal del destino, dije aquí está lo mío. Cuando comencé a cursar los primeros ramos me encantó la carrera en la Universidad Austral. No tuve problemas para terminar mi plan de estudios y lo hice en el tiempo adecuado a pesar que me tocó vivir el incendio de antiguo Edificio Pugin. Eso atrasó un poco la malla, tuvimos problemas con los laboratorios para hacer nuestros prácticos. Así que quise esperar la habilitación de los laboratorios, ya que hacer experimentos virtuales la verdad no me convencía mucho.

Ese fue un momento muy difícil para su facultad.

-Fue un momento muy complicado para todos ya que teníamos trabajos andando y se quemó todo. Era muy triste ver a nuestros profesores. Muchos académicos quedaron muy mal anímicamente, ya que perdieron años de estudio. Para nosotros también fue impactante, porque ver incendiándose el lugar donde estudiabas, realizabas tus prácticos y proyectabas tu futuro fue simplemente terrible.

¿Qué opinas del nuevo edificio?

-La verdad es bien distinto al antiguo, es una infraestructura moderna con espacios grandes. Es un cambio importante.

Universidad

¿Cuándo ingresas como monitora a Explora?

-Fue el año 2008 cuando estaba en la coordinación Lilian Villanueva. Participé junto a varios estudiantes de la Universidad Austral en un taller de capacitación. Me fue bien y después recorrí varios colegios haciendo difusión de programa. Eso implicó que tenía que hablar con varios profesores. Tras esto quedé oficialmente como monitora. Después de eso comencé a trabajar en las ferias y congreso. Además, permanentemente iba a entregar material e información a los establecimientos educacionales. Igual fue un periodo complejo ya que estaba también realizando mi tesis y a veces se hacía complejo compatibilizar mis estudios en esa época con el trabajo de monitora de Explora. Sin embargo, cuando uno está interesada siempre se hace el tiempo.

¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué más te llamó la atención?

-Me gustó mucho la buena recepción que me brindaban los profesores. Uno conversaba con ellos, les informaba sobre las actividades e iniciáticas de Explora, y la recepción era buenísima. Ellos saben que este programa está hecho para ellos y en beneficio de sus estudiantes. Entonces te reciben con los brazos abiertos. Realmente fue una experiencia enriquecedora, ya que uno se sentía que podía transmitir ciencia a receptores que estaban interesados. Además, tuve el privilegio de compartir con niños. Es tan llenador ver cómo los niños aprenden sobre ciencia y el método científico. Uno los veía contentos.

Coordinación

¿Por qué optaste por trabajar en Explora?

-Decidí ingresar este año al programa Explora, lo cual en términos prácticos no fue muy difícil ya que manejo bastantes los temas del programa. Eso sí, hubo cambios importantes en relación a la dinámica y formato de ejecutar las actividades.

Antes de ingresar al programa, estaba trabajando en mi magíster y ahora estoy preparando mi examen de grado.

Durante todo el primer semestre de este año estuve buscando un trabajo que no me hiciera salir de la línea científica. Dejé en varias partes, dentro de la Universidad Austral sobre todo, mi curriculum. Entonces ocurrió una situación casi astral. Mi secretaria de postgrado, Sandra Cifuentes, tuvo un diálogo con el nuevo director regional de Explora, Ronnie Reyes. En la charla le comentó a mi secretaria si conocía a algunos licenciados que cumplieran con el perfil y responsabilidades del programa. Ahí se inició mi vinculación al programa, ella fue el link.

Fue un proceso rápido, puesto que el director me entrevistó el 4 de junio y al día siguiente comencé a trabajar.

¿Cuál es tu principal función?

-Mi cargo de coordinadora de planificación y ejecución implica que tengo la responsabilidad de organizar las actividades que realiza el programa. Mi misión es gestionar los espacios que vamos a ocupar, conversar con las personas que serán nuestros auspiciares, en fin que no falte nada. Asimismo, estoy a cargo de coordinar el trabajo de los monitores, contactar a las personas que nos colaboran, preparar el material de difusión y administrar el presupuesto.

¿Cuál es tu visión respecto a cómo se fomenta la ciencia en los establecimientos educacioanles?

- Nosotros, como programa, tenemos todas las ganas y el compromiso de poder llegar a la mayor cantidad de establecimientos educacionales y especialmente lograr generar un vículo con los profesores.

Ellos son la voz que nosotros necesitamos ya que trasmiten el amor por la ciencia, como me sucedió a mí cuando era secundaria.

Entonces, por más que Explora tenga las herramientas para poder cubrir todas las escuelas, colegios y liceos de la región, nosotros dependemos mucho de los profesores. El llamado es para ellos, si bien tenemos toda la disposición para poder orientarlos, faltan profesores que estén interesados en acercar la ciencia a sus estudiantes.