Patrimonio
La protección de nuestro patrimonio debe ser una prioridad y todas las acciones que permitan su resguardo y puesta en valor, significan un avance para nuestra región.
En un mundo globalizado, es importante y fundamental que comprendamos la necesidad de valorizar aún más aquello que nos diferencia, que nos hace únicos. La región de Los Ríos y cada una de sus 12 comunas tienen sus particularidades que unen a sus habitantes y que los diferencian de los territorios vecinos.
En tal contexto, es relevante apoyar las acciones que permitan proteger nuestros bienes culturales y que contribuyan a reforzar nuestra identidad. Como ejemplo, quiero destacar algunas importantes iniciativas: el inicio del proceso para declarar Monumento Nacional el ramal Antilhue-Valdivia, impulsada por la Asociación del Patrimonio Ferroviario de Valdivia; el proyecto Valdivia: Una mirada a su gente, de la Universidad San Sebastián; la habilitación del centro cultural en la Casona El Llolly, impulsado por la Municipalidad de Paillaco; el rescate de la estación Collilelfu, propuesto por la Municipalidad de Los Lagos; la construcción del templo en Lanco, impulsada por el Comité Pro Templo de Lanco. Estos proyectos como otros que se generan en cada comuna, son de alto valor porque contribuyen a mantener las tradiciones, a poner en valor la cultura, a recordar nuestra historia y a marcar esos rasgos que nos diferencian de cualquier otro territorio.
La protección de nuestros bienes patrimoniales no puede ser entendida como un retroceso al progreso. El desarrollo debe ser armónico con visión de futuro y respeto al pasado. Es momento de evitar que daños como el ocurrido en la estación de Valdivia, que afectan al tren El Valdiviano, se repitan en nuestra región.
Mi compromiso es continuar respaldando las iniciativas que permitan proteger nuestros bienes y manifestaciones culturales, que son necesarias para mantener y fortalecer los rasgos identitarios que poseemos como región y nación.
Alfonso De Urresti Diputado y candidato a senador
Suicidio
La historia da cuenta de muchísimos suicidas, tales como Periandro (el primer suicida), Adolf Hitler, Virginia Woolf, Alfonsina Storni, David Carradine, Salvador Allende, Nerón, Aníbal, Van Gogh, Violeta Parra, Ernest Hemingway, y muchos otros más.
Pero mayor es el número de los ciudadanos comunes, tal cual las dos niñas adolescentes de Antofagasta o la del ex general Mena, sucedidos estos últimos días. Sea cual sea el caso, es en verdad triste y muy lamentable que alguien decida voluntariamente quitarse la vida, puesto que el haber nacido constituye un privilegio y brinda la posibilidad de realizar contribuciones para que el mundo sea un poco mejor.
Si nos abstenemos de una arrogancia superlativa e impropia, frente a un acontecimiento de tamaña proporción como el suicidio, sólo queda inclinar la cabeza en señal de respeto a las autonomías.
No es comprensible la actitud que encierra una soberbia ilimitada de quienes condenan el hecho como si fueran parte de una especie de tribunal supremo sobrehumano, infalible e inapelable. No podemos abrir un juicio por razones operativas, puesto que nuestras facultades mentales no nos permiten traspasar el umbral de la interioridad de quien ha tomado una decisión de esa envergadura.
Javier Ortega jjortegavillalobos@gmail.com
Centralismo
Leo en la interesante columna de Cristián Warnken: "El país está durmiendo una larga siesta centralista. Los grandes planificadores no han sabido vislumbrar un Chile más allá de sus propias narices" (El Mercurio 26/9).
Mucho más que eso, hoy las regiones tienen cada vez menos peso, más abandono y mayores abusos de la entelequia economicista del centro capitalino. Ejemplo de ellos son muchos y los ha denunciado este diario. Dos botones de muestra: las isapres deciden dónde y cómo atender a los afiliados o cargas de éste en estado grave, generalmente en Santiago, Concepción, o Puerto Montt, con cargo al moribundo, pese a que éste paga puntualmente su cotización en la misma ciudad que posee clínicas y hospital de primer nivel. (Hoy se llega al ridículo de que, además, la hora al especialista la entregan desde Santiago y no en la sucursal local).
Otra: el gobierno regional no puede disponer del presupuesto asignado para el año más que en un 10 u 11%. El restante 90% lo resuelven burócratas que están a 800 kms. de distancia y que no tienen idea de lo que se vive en Los Ríos. (¿Qué presidenciable se atrevería a perder miles de votos si cortara aquello?)
Pregunto a propósito de "compromisos" de campaña: ¿estarán los candidatos a parlamentarios por la región dispuestos a jugarse por cambiar estos abusos impresentables para los modestos habitantes de comunas y provincias?, ¿Se la jugarán porque las grandes tiendas resuelvan en la región las quejas de los consumidores, sin tener que preguntar a Santiago = 30 días?.
Pregunto: ¿Qué han hecho los actuales senadores Frei, Larraín, De Urresti, antes Allamand, en este tipo de materias?
Concluye Warnken: "Un solo centro (Santiago) no da para sostener, tensar y proyectar los puntos cardinales de Chile".
Gaspar Millas del Río gasparmdelrio@gmail.com