Nuestra frágil democracia
...mientras en el país la media es de 10, 1 años de escuela; en la región es 9. Y se logra pues Valdivia llega a 10,3 y eleva la suma; pero en Panguipulli el índice es de 7,1; en Lago Ranco de 7,3...El Estado debe estar al servicio de las personas y no al servicio de sus funcionarios o de otros intereses.
En los últimos años surgen señales de un difuso malestar social que se prolongan y acrecientan hasta hoy, una de las fuentes del descontento con la democracia radica en el desempeño del mismo sistema político. Sin considerar los aspectos económicos, las dinámicas auto - referenciales de las instituciones democráticas (en particular, de los partidos políticos) y los escándalos de corrupción de algunos políticos, generan hastío y rechazo generalizado de la política. En el hecho de ejercer el derecho a voto como máxima expresión democrática afloran las debilidades, que dan cuenta de los procesos que tienen lugar en nuestra sociedad y que expresan las primeras señales de cambio en la sociedad y su relación con la institucionalidad democrática. El desarraigo de la población con respecto a la democracia parece estar asociado a la tendencia del ciudadano a sentirse ajeno a los cambios y a no comprometerse con el régimen democrático. Esto, sin duda, tiene que ver con las modificaciones que alteraron las formas de representación social vinculadas al sistema de partidos políticos, garantes del centralismo, siendo posible que este factor explique el fenómeno de desafección ciudadana de la política.
Difícil tarea mi postulación a Consejero Regional que junto con promover mi candidatura debo ir realizando una verdadera cruzada educativa sobre el rol y la importancia de este cargo para el ciudadano y que nos muestra entre otras consecuencias, el incremento de la brecha social o la desigualdad en Chile. En los inicios de la transición a la democracia, el programa de la Concertación de 1989, señaló que "el próximo gobierno asume como tarea fundamental la democratización del país y uno de sus objetivos será alcanzar la democratización del aparato estatal, que incluye dentro de otras políticas, la participación de la ciudadanía en las distintas instancias del poder regional y local, que incluyen tanto la participación en las estructuras del Estado como el fortalecimiento de las organizaciones sociales."
La elección de los Consejeros Regionales abre la posibilidad de una participación ciudadana vinculante, si los elegidos tienen conciencia del rol que les corresponde y corrigen nuestro frágil camino democrático, que solo puede ser corregido con participación activa de la familia, el barrio, la ciudad, la comuna, la región y el país.
El estado debe estar al servicio de las personas y no al servicio de sus funcionarios o de otros intereses.